lunes, 4 de octubre de 2010

No toca

L´otru día ví una mariposa.

A finales de veranu, qué raru, pensé.

No me gustó veela.

Y me gustan las mariposas.

Recuerdo un día que juí con mí hermanu al miraoriu de Santa Catalina, en Peñarrubia, y más que las vistas, me gustaron las mariposas.

Cientos d´ellas

cumo flores con ráices aérias.

Y no me gustan las mariposas

hoy

porque me traigan a la alcordanza aquel día

con mí hermanu

(sú mujer se llama Catalina)

sino porque me gustan, nada más que por eso.

Pero la mariposa que ví

l´otru día

a finales de veranu,

tan a destiempu,

no.

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