Que entretengan a los ventolines con molinillos de feria, de esos de colores, para que la nube tóxica se quede donde está: encima de los reactores rotos, y que no se mueva de ahí hasta que la puedan absorver con un aspirador y meter de nuevo dentro. Después que cierren con candado y que la llave la escondan en matarilerilerón, chimpón.
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