La sala que tien la F. Botín ena calle Martillu de Santander acuéi debujos de Maella, un pintor coetániu de Goya. Es un sigundón. Al murir sú obra juéi vindía n´almunea na sú casa de Madrid. Juí a vé-la desposición y no me gustó. Gulví a ráiz d´una visita qu´entamó el comisariu, José Luis de la Mano, profesor de l´Autónoma de Madrid, y me encantó. Los debujos siguin siendo formalmente la mesma caca de la vaca, pero el profesor de la Mano me ayudó a velos cumo brocales que conectan conas rientes suterránias que riegan la vida, la mesma vida, la d´abora y la d´entós.
La cultura, qué güena es, cuánto jaz esfrutar.
Cumo diz un muy güen amigu míu, un pueblu no es cultu cuando surden en sú senu cuatro o cinco lumbreras (los menendezypelayos de turnu), sino cuando toos, sin desceición, asganzan un livel cultural que jaz que la vida de toos sea mejor.
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