La teoría lingüística actual maneja una serie de universales del lenguaje, es decir, una serie de declaraciones que se quieren verdaderas para todas las lenguas del mundo. Una de ellas asegura que todas se pueden traducir entre sí.
Pero propongo un reto: intentad traducir las siguientes cinco palabras montañesas tomadas prácticamente al azar (me ha llevado menos de un minuto dar con ellas) al, por ejemplo, castellano (una palabra castellana por cada montañesa propuesta):
- Acorar.
- Atotogar.
- Luga.
- Terreñaz.
- Sindiu.
Es lo que pasa con las corraliegas: no son barrios, ni calles, pero tampoco son meras casas en hilera. Son… corraliegas.
Las lenguas no son intercambiables. Por consiguiente, cuando muere una, no hay otra que la sustituya punto por punto. Se pierde una cosmovisión.
Estamos en el epicentro del problema. Estamos bajo el volcán.
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