- ¿Cuántas?
- Muchas, José Luis, no sé cuántas.
- ¿Y entre cuántos lo hicísteis?
- Otro y yo.
Las cabezas cortadas colgaban de los postes que flanqueaban la carretera que conducía a Ampuero.
El paciente se suicidó. Pero en los años setenta. Me lo ha contado esta misma mañana el médico que lo trató.
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