En varios estudios, los más serios, se indica que "mano" no termina en "-u", sino en "-o". En entradas anteriores de este mismo blog confirmábamos que ésto es así. Un lector incluso apuntaba como posible explicación la influencia de la /-a-/, aunque no me quedó muy claro en qué sentido (quizá haya otros ejemplos que permitan atisbar un posible patrón o norma, pero se me escapa).
El caso es que yo mismo he oído en entornos "patrimoniales" la palabra "manu", terminada en "-u". Y es frecuente encontrarla así escrita, con terminación en "-u", e incluso escucharla en entornos propios de "neohablantes".
Quizá a fuerza de "vender el producto" lo estemos simplificando. Todo sustantivo y adjetivo termina en "-u", decimos los "neohablantes", decisión (que hemos tomado quizá para limar capas de ansiedad, para evitar rompederos de cabeza) que está calando y se está empezando a convertir en norma. Pero sabemos que no siempre es así. "Mano" es un ejemplo (que no sabemos a qué responde, lo que me preocupa). Pero hay más: tanto en Tudanca como en Montes de Pas hay "restos" de un neutro de materia idéntico al asturiano, lo que supondría multiplicar las terminaciones en /-o/: el agua pasaría a estar "frío" y la "herba" a estar "fresco", por ejemplo. No es una complicación (más), es riqueza. Debemos aceptar las cosas como son, plegarnos a la realidad, y no intentar hacer de ésta un artefacto de fácil manejo. Quien esté interesado en aprender cántabro estará interesado en aprenderlo tal cual es, no en hacer suya una versión simplificada del mismo. Creo, en definitiva, que nos deberíamos animar a llevar a efecto todas las potencialidades que ofrece el neutro de materia, explotar todo lo que éste puede dar de sí, explorar todos aquellos espacios dialógicos a los que nos puede llevar de la mano. En definitiva, es deseable aplicar un neutro de materia completo y no quedarnos a medias, aceptarlo todo, y no solo lo sencillo (o simplificar lo que nos parece complejo, pero que solo son distintos matices de la realidad, no siempre sencilla ni fácil de "acorcollar").
Pola zona d'Hazas en Cestu, Beranga y Solórzanu es manu creu qué. Tengu de comprobá-lu peru mi paici q'es así. Lu que sí que mi comenta genti que pa otras zonas de l'urienti y Tresmiera tienin sintíu dayo pa dalle u dalli. Paeci ser q'es con una -o un pocu más cierráu q'en castellanu peru que claramenti es -o y no -u, pesi a hacer el restu en -u. Utru misteriu d'esus.
ResponderEliminarPaulu
¿Por ciertu, pa qué zona de "ambienti patrimonial" tienis sintíu la palabra "manu"?
ResponderEliminarQuizá dayo y mano sean ejemplus d'alguna norma gramatical antigua que jue poca pocu mudandu hasta una mayor nivelación igualándulu too higuañu.
Paulu
Téngolo sintíu pola zona occidental, v.g. Cabuérniga.
ResponderEliminar"Debemos aceptar las cosas como son, plegarnos a la realidad, y no intentar hacer de ésta un artefacto de fácil manejo" Ese es el mejor camino para convertirlo en una curiosidad cultural y quitarle cualquier valor comunicativo. El cántabru al museo y las tesis universitarias.
ResponderEliminarEs una opción
veceru
No veo la relación, veceru, lo siento.
ResponderEliminarHome, el cántabru tendrá de siguir vivu colas normas gramaticalis que tenga, sean más sincillas u más cumplicadas, lu que sí c'habrá d'hacer es más istudius pa tener mejor cunucimientu. En toa manera, al respetivi de las -oes y -ues Penny ya siñalaba una nivelación general sobri un pusibli escenariu antirior de diferienciación, creu qué. Nus presti u no, paeci q'higuañu el cántabru tien tendencia a unificá-l neutru cola -u, anqui quedin restus isláus en Tudanca (y de siguru q'en más sitius) undi tamén paecin mayoritarius lus neutrus en -u.
ResponderEliminarTenemus tamén la maturranga de la castellanización q'haci que muchas vecis la genti q'alcontremus vacili entri dellas formas lingüísticas. Esu tampocu nu lu debemus ulvidar.
Paulu