martes, 19 de marzo de 2013

Pan duro

Tengo una vecina que vive para dar de comer a los animales. Está muy mayor y yo creo que algo mal de la cabeza. Te la encuentras apoyada en una pared y de repente le caen puñados de granos de maiz por las perneras del pantalón. Lo mejor es la cara de disimulo que pone. Le encanta desmigar pan duro por las esquinas. Echa tanto que entiendes por qué en las esquinas: por esa duplicidad que tienen, ese ser dos espacios al tiempo, uno y otro, el doble de pan desmigado. La panadera del barrio le suele dejar bolsas en su portal. La foto está tomada a las 7:30 h. de la mañana. A ella también le está esperando la bolsa del pan a la puerta de casa, aunque se trate de pan duro.

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