martes, 18 de junio de 2013

Balcón y retrete

Aquí decía que correor es una palabra que no se estila en la cuenca del Saja. Mentira: en la cabecera del río (al menos), sí. En el municipio de Cabuérniga me atrevo a asegurar que la palabra que se emplea es no correor ni solana, sino balcón. "Ción la Zoa", que ya ni sé lo que es mío (¿tatarabuela?), lo llamaba así: balcón. En Cabuérniga nadie dice solana para referirse al balcón. ¿Qué es, entonces, la solana? ¿Un invento? ¿Una palabra que en origen designaba a otra realidad (quizá un pequeño balcón lateral) pero que por influencia de los señoritos se ha acabado aplicando al balcón principal? No lo sé. Tampoco creo que sea éste el lugar apropiado para discutirlo. Como comentaba en otra entrada colgada hoy mismo, doy este tema por finiquitado (en este blog).

Pongo a continuación fotos de rincones en los balcones, rincones susceptibles de ser tapados con tablas (para que los vecinos no vean lo que "esconden") y que avanzan, al menos mentalmente, el espacio que va a ocupar, cuando ocurre, el retrete.



¿Y un posible retrete? No creo, no se ve la tubería.

 
Las tres fotos anteriores son de Terán. La siguiente de San Pedro, en Carmona. En este caso sé con total seguridad que no se trata de un retrete, sino un cuarto en el que cabe una sola cama, y nada más (como en un camarote individual): 
 

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