Este chalecito se lo hizo construir Pereda poco antes de morir. Se llama
Sotileza. Otro día pongo la casa donde, según la tradición oral, vivió la verdadera Sotileza.
Pereda nunca llegó a habitar este chalecito. Está en la calle del Sol de Santander.
Por cierto, Azorín tiene una descripción escalofriante del Pereda moribundo en un libro que yo he leído en edición de Austral, pero no recuerdo su título ni sé dónde lo tengo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario