Ésta es una casa de las llamadas llanas (no por los paisanos) de Lamiña. Si nos dejamos guiar por su tipología puede tener, fácil, quinientos años. Es una maravilla. La foto está hecha desde el corral. El espacio cubierto que se ve en primer término es el portal. Lo que se ve a la izquierda, dentro del portal, es un cuartu del portal. Era el cuarto más preciado de la casa. Quizá porque dentro se estaba obligado (en origen) a convivir con el ganado (tampoco mucho: l´aburtuña o vaca de leche, la pareja y poco más). Donde hubo fuego siempre queda rescoldo: el gusto por este cuarto nunca se apagó. Es una teoría. Una teoría mía, así que tampoco hagáis mucho caso. Es probable que el apego por este cuarto responda a otros motivos que se me escapan. La pared que da al exterior siempre es de piedra. ¿Por qué? Porque al estar al borde de las goterás (la línea del tejado, línea que chorrea agua cuando llueve) se podría pudrir si fuera de madera, además de porque si fuera de madera las vacas de paso podrían estropearla con los cuernos, en definitiva, porque si fuera de madera sería menos práctico. No obstante, las paredes de este cuarto que dan al portal, las paredes que podríamos considerar interiores, sí podían ser de madera, paredes que en estos casos se denominaban (y se levantaban como) tablaos, que otro día explicaré (básicamente son tablas encajadas en raíles inferiores y superiores también de madera). Encima de este cuarto (que, hemos quedado, podía ser de madera o de piedra, pero la pared exterior siempre de piedra para evitar que se pudriera) solía haber un espacio denominado (al menos en el Nansa; imagino que igual en el Saja) vargareta. Las vargaretas se empleaban para guardar aperos y elementos asociados a estaciones del año concretas (como los dalles o los rastillos, por ejemplo).
En esta casa de Lamiña la vargareta se cerró.
A la derecha había otro cuartu del portal. Ya no existe, pero queda su huella. Se advierte el espacio que media entre el cuartu y la cubierta: la vargareta.
En esta otra casa llana de Valle se ve bien la vargareta: es lo que está a oscuras (obviad la contradicción) encima del cuartu del portal.
Esta casa de Lamiña era en origen llana. Pero se ha levantado y la vargareta se ha convertido en un balcón: lo que se conoce en el Saja (no en el Nansa, creo) como pajareta. ¿El origen de la solana? No lo tengo claro. Lo más fácil es pensar que sí, pero habría mucho que discutir.
Las casas recrecidas tienen un perfil característico, éste (en esta casa vivía Jaime el de Lamiña, troveru):
La foto anterior y la que pongo a continuación están hechas en Lamiña. En la de abajo se ve una sucesión de casas en origen llanas (la del fondo sigue siéndolo), algunas de las cuales se han levantado y ya cuentan con solana.
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