Muchas veces he hablado aquí del alma de las casas montañesas: estructura tipo pérgola de madera (que incluye el tejado) y envoltorio de piedra. Nunca he llegado a decir su nombre (queda para otros). Si se cae la pared no pasa nada porque la casa por dentro sigue en pie.
En la pared de esta finca parece advertirse esta disociación entre piedra y madera que da sentido a nuestra arquitectura tradicional (al menos a una parte importante de ella):
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