lunes, 23 de marzo de 2015

Cantares populares montañeses

Para tener buen esposo
búscalo de cinco ces:
callado, cuerdo, celoso,
caritativo y cortés.

Si piensas venir a Cuba,
montañés, debes saber
que aquí se pasan fatigas
más duras que en Santander.

En Cuba lo que hace falta
es gente con mucha maña;
para sembrar muchas berzas
o cortar la dulce caña.

En la Plaza de Velarde
por primera vez te vi,
me hiciste tan buen efecto
que hondo amor sentí por ti.

No te fíes de consejos
de quien no te quiera bien.
Ni en promesas de muchachas
ni en sonrisas de mujer.

Ayer me dijo tu madre
que piensas ya despreciarme:
te aseguro, reina mía,
que pensaba adelantarme.

//El Zurdo de Escalante//

Dicen que lo negro es triste
y es señal de sufrimiento,
es el fondo del abismo,
y el horizonte del miedo.

Si mi corazón tuviera
ventanitas de cristal,
te asomarías y vieras
lo apenadito que está.

Triste es la desilusión,
triste la noche sin luna,
triste es mi mala fortuna
y triste es aborrecer,
pero más triste es querer
sin esperanza ninguna.

En el cementerio entré
y dije al sepulturero:
abra un hoyo pequeñito
para un corazón que ha muerto.

Ole, ole, ole
que vivo con pena
por uno que tiene
la cara morena.

Ole, ole, ole
que vivo penando
por una que tiene
los rizos colgando.

Delfina Cubillas
Para mí tío El Zurdo de Escalante.

La Montaña, La Habana, 1916.

2 comentarios:

  1. Muy interesante el tema de Cuba y la Montaña. Por las razones que sean, esa tierra ha dejado más huella que ninguna otra de las de Ultramar (quizás sólo México esté a ese nivel).
    Los rastros que ha dejado en el folclore, por ejemplo, convierte a La Habana en probablemente la localidad de fuera de Cantabria más nombrada en nuestros cantares.

    ¿Sabéis quién resultó vencedora de un concurso en 1926 sobre qué provincia era la que más simpatía despertaba entre los cubanos

    Tuatha de Namnasa.

    ResponderEliminar
  2. El Zurdo de Escalante es Gregorio Lavín. No sé quién es, pero parece buen escritor.

    ResponderEliminar