Ayer iba a no sé dónde por mitad del Pasaje de Peña, que estaba cerrado al tráfico, y lo estaba porque había una chiquillería pintando los murales.
Por fin lo veía, cómo los pintan.
Ocurre cada cuatro años o así.
Un niño subido a los hombros de su padre con un pincel para alcanzar, un profesor imagino que de arte esbozando el dibujo con un carboncillo y al lado un niño ya tiznado imitándole, otro mezclando colores, un grupo de niñas dando palmas para animarse.... un espectáculo.
Por la noche abro el periódico digital y lo que veo es a Íñigo de la Serna con un pincel, agachado, pintando rodeado de niños.
Sí, no cabe duda, estos murales los pintan cada cuatro años.
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