viernes, 29 de mayo de 2015

Lo antiguo no tiene por qué ser más nuestro que lo reciente

En San Julián de los Prados
a las puertas de Oviedo
prerrománico asturiano
unas pinturas raras
pompeyanas
¿raras
porque se perdió su tradición pictórica
su programa iconográfico
o porque nunca fue aceptado
y no tuvo continuidad?

Con esta iglesia
Alfonso II
quería legitimar su corona
como heredera del reino visigodo
ante diplomáticos
obispos
abades
dignatarios.

Quizá los vecinos nunca sintieron
estas pinturas
como algo propio
quizá es por eso que no las detectamos
en su entorno.

No porque se haya perdido
su tradición
sino porque nunca existió.

Los murales de San Julián de los Prados
alrededor

pero nunca dentro.

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