En una casa impresionante de Sopeña de Cabuérniga hay un par de maceteros flanqueando la puerta, éstos:
Los maceteros no llevan entre nosotros mucho tiempo. Son de influencia jándala. Sobre macetas ya hemos tratado aquí en anteriores ocasiones (hágase uso del buscador si hubiera interés).
Creemos estos dos maceteros eran en origen morillos. En Cabuérniga apenas se conocen. En Cabuérniga lo que se emplea para armar lumbres son traveseros (ahora no caigo en variantes de esta palabra, que seguro hay). Estos morillos habrían sido transformados en maceteros por un herrero en fecha indeterminada. La parte original sería la superior.
Estos dos morillos merecen atención.
Una de las escenas más geniales de la historia del cine español tiene un macetero. Es en El verdugo. Al poco de llegar a Mallorca, en la terraza de la pensión donde se hospedan los protagonistas, compone Berlanga la imagen de un garrote vil sin garrote vil (parece que la censura no le dejaba mostrarlo) con un macetero unido a la pared sobre un sillón de mimbre. A parte introduce el garrote en medio de la paradisíaca, en aquel entonces, Mallorca entre el jolgorio de los turistas por la calle. La imagen de una falsa España aperturista por un lado y del estricto control real de la dictadura por el otro, que incluye, evidentemente, la pena de muerte.
ResponderEliminarEn fin, que nada que ver con tu entrada, pero estoy en casa solo y así mato el tiempo.
Abrazos fuertes.
H.
PD: Billetes ida y vuelta para noviembre a 360 leuros.
Uy, qué buen precio...
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