martes, 26 de enero de 2016

Hoolingans

Acabo de presenciar algo que cuesta creer.

Había hasta hace unos minutos un coche mal aparcado en el portón trasero del Archivo Histórico Provincial. Este portón da a un patio que sirve para cargar y descargar material. No sé por qué motivo el personal del Archivo cree que lo puede utilizar como aparcamiento privado, aunque, bien mirado, si el responsable del Archivo no pone objeción alguna, tampoco veo por qué no van a hacerlo. Solo hace falta tener cara. Como decía, había un coche mal aparcado en el portón. Dos empleados del Archivo, uno montado en su coche y el otro, que era una chica, de pie al lado, con la bata blanca ambos, queriendo salir y pitando sin parar uno y jaleando la otra, que decía a voz en grito: "pita, pita que se despierten todos los vecinos". No creo que haya nadie a estas horas durmiendo, pero seguro que sí estudiando: concretamente a escasos metros de donde ellos se encontraban montando el show hay decenas de estudiantes preparando los exámenes de febrero. Mejor que estos dos no debería saberlo nadie. No porque hayan estudiado mucho, sino porque trabajan dentro. Tras diez minutos de pitidos llega un chico que educadamente pide disculpas y se lleva el coche mal aparcado. Y con un par de cojones, el empleado del Archivo sale con el suyo, maniobra un poco y aparca él.

Alucinante.

Así nos luce el pelo.

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