Mozagro es un monte cántabro sobre cuya etimología no parece que debamos albergar dudas: Mons Sacrum, monte sagrado. Monsacro es el monte asturiano donde asegura la leyenda que se escondió el Arca Santa antes de que se construyera la Cámara Santa de la catedral de Oviedo.
Peña Sagra por el contrario es un topónimo de etimología más dudosa. A grandes rasgos se manejan dos opciones: Sacra de sagrada o Sacra de execrable.
Pero a lo mejor no hay que elegir. A lo mejor puede ser ambas cosas, incluso alternar: sagrada primero, execrable después y por último otra vez sagrada.
Propongo un paralelo:
"No puedo pasar por alto la historia de Taleo, espectáculo prodigioso. No es que se la haya oído a otros, sino que yo mismo he contemplado con mis ojos el maravilloso prodigio. Se estableció a veinte estadios de Gamala, una pequeña y atractiva aldea, sobre una colina donde había un antiguo templo dedicado a los demonios y honrado en otro tiempo con numerosos sacrificios por los infieles. Allí se construyó una pequeña choza. Los paganos, se decía, daban culto siempre a estos espíritus malignos para apaciguar con este culto sus innumerables crueldades. (...) Cuando le vieron llegar, intentaron asustarle, pero no lo lograron porque tenía como protección su fe y la gracia combatía por él. Entonces, como impulsados de una cólera rabiosa, se lanzaron contra los árboles que surgían en las proximidades: (...) se cuenta que más de quinientos fueron arrancados de golpe. (...) Cuando los malvados demonios no pudieron atemorizar de este modo al atleta de la filosofía, recurrieron a otras tretas. Así, por la noche, intentaban infundirle pavor y confundir sus pensamientos lanzando alaridos y haciendo aparecer ciertas luces. Pero, como él se burlaba de todo esto, optaron por abandonarle y huir".
Teodoro de Ciro: Historias de los monjes de Siria, del s. V, aquí, p.195. Por cierto, un libro editado por la admirable Trotta con introducción, traducción y notas del profesor Ramón Teja, impagable.
Comentaba antes que Peña Sagra podría haber sido primero sagrada, y quiero decir con ello sagrada antes de la irrupción del cristianismo, después execrable, en pleno proceso de cristianización, quizá protagonizado por monjes tempranos con el aire de los descritos por Teodoro de Ciro, y de nuevo sagrada, pero ya desde una óptica cristiana, lo que supone adorar no un monte pero sí un santuario, el de la Virgen de la Luz, enclavado en el monte.
El cristianismo es una religión sincrética. El sincretismo no tiene por qué ser amable: llega lo nuevo asume lo viejo y ya está; no. El proceso de integración afecta a ambas partes, la nueva y la vieja (teoría de sistemas), y también puede ser traumático.
Es quizá esta sucesión de perspectivas, su imbricación, la que ha hecho de Peña Sagra un topónimo con algo de familiar, que se quiere reconocer, pero que no se puede identificar, definir con garantías. Todavía hoy Peña Sagra es entre los paisanos un paraje que infunde respeto, y no se sabe si para bien o para mal.
Al menos por lo que yo sé, es Mozagro. Y me suena "El Mozagro", "al Mozagro". No ´se si esa O aumenta la sacralidad, pero de la misma forma se dice El Hoyu Sacro en Campóo.
ResponderEliminarEstuve ayer mismo en Mozagro con un "vaqueru". Me metí por detrás de Herrera de Ibio, "trespusiendo" La Hérmida, y subiendo hacia Silla Osu le pregunté que dónde estaba Mozagro a lo que me contestó que Mozagro lo era todo. Hay un "altu" de Mozagro pero Mozagro no es ni un monte entendido en sentido castellano ni un pico, sino todo un territorio. De hecho me dijo que colindaba con Coo y Cieza, términos municipales, y con Ibio, un monte, además de con (creo recordar) Mozagrucu. Me pasó parecido con Monte A, que un paisano me dijo que ocupaba toda la ladera del Escudu a la altura de Ruente, que no era un sitio determinado.
ResponderEliminar