Para quien tenga un perfil tecnológico y esté en el paro, este máster, aquí, tiene muy buena pinta. No es del todo caro: una inversión.
Recuerdo que cuando estaba terminando la segunda carrera en Madrid (la primera fue en Cantabria) hice un máster, todo a la vez, para aprovechar. Casi me quedo por el camino, pero al final salió bien. Antes de matricularme le pregunté a un profesor al que respetaba mucho que cómo lo veía él a lo que me respondió que los máster solo sirven para que los hijos de los ricos justifiquen el enchufe en la empresa del padre. Efectivamente, había muchos compañeros de máster con perfiles que no encajaban ni con cola que para mi sorpresa, a pesar de estar avisado, fueron precisamente los primeros en encontrar trabajo. Pero eso es para lo que lo utilizan los ricos. Los que no lo somos, qué, acaso no podemos sacarle partido. A mí me contrató la propia universidad (la uc3m) para un proyecto de I+D+i con una editorial, que abandoné a pesar de su interés (un tesauro universal de imágenes) para regresar a Cantabria en condiciones notablemente peores, por aquello de estar más cerca de mi gente. Por cierto, quien me ayudó a dar el paso definitivo fue Raúl Molleda, al que por entonces apenas conocía. Que diga él, que tiene más memoria que yo, pero creo recordar que le llamé para preguntarle: "¿y qué se puede hacer en casa?" Me habló de toponimia, de pájaros, cantería, ríos, del montañés. Volví con una beca, un paso atrás, a la que pude concurrir gracias a que mi madre presentó los papeles el último día. Pronto todo mejoró y las pocas cosas que pensaba iba a poder hacer acabaron siendo muchas. Pero esa es otra historia. El caso es que, pasados los años, gané por concurso oposición la plaza que actualmente ocupo y que lo hice gracias a todo lo que me hacía entonces (hoy ya no sé si lo seguirá haciendo) diferente, entre otros factores, destacado, el máster.
Luego hay mala gente que va diciendo a la espalda que no tengo una segunda carrera, que no tengo un máster, que soy sobrino de un consejero, de un secretario general... del obispo de Roma. Decía antes que tengo mala memoria, pero no para todo. Hay a quienes tengo enfilados, con nombres y apellidos, y los tendré siempre, ay.
Pude pagar el máster gracias a que mi madre repartió la herencia de su madre entre sus hijos, mi hermano y yo. Yo invertí mi parte en el máster. Me costó parecido a este máster que ahora enlazo. Es, de lo que he visto en mi campo, de lo más interesante. Recomendable.
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