En Carmona hay una plancha de zinc de las antiguas de imprenta con el negativo de varios pliegos de un periódico que lleva fecha de los setenta cerrando un gallinero. Sobre la plancha varias generaciones de vecinos han aprovechado la maleabilidad del material para grabar nombres, fechas y abundantes dibujos, sobre todo de vacas tudancas.
En la última visita un amigo me dijo que se habían producido novedades, que habían aparecido nuevos dibujos hechos recientemente por algún crío del pueblo.
Pongo fotos:
No sé a vosotros, pero a mí me parece emocionante.
Seguimos.
Yendo hacia el palacio encontramos un contenedor de obra con más vacas y un toro emborronado:
Entra dentro de la tradición cabuérniga representar a la vaca tudanca solo por los cuernos (sinécdoque):
No puedo dejar de acordarme que a los carros chillones cabuérnigos se les reconoce por un elemento que los hace únicos: los cuernos, aquí.
Cerca del palacio:
Seguimos, sí.
Aquí seguimos.
El cambio
es inevitable
pero no su signo:
más positivo
será
cuanto más nuestro
sea.
A esos restos de madera de la última foto se les llama "jurcinas".
ResponderEliminarDe un pretendiente que no gustaba en la familia se decía "si ési no sabe ni jacer jurcinas".
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