En el entorno más estrecho de Santander abundan las corraladas. En Corbán, al lado de un bar de los que tienen fama, hay una con un edificio anejo dentro que me dijeron los propietarios que llamaban colgaderu, nombre que recuerda al colgadizu campurriano. Es como una socarrena pero apuntando dos alturas.
En Liencres, al pie de la carretera, frente a la iglesia que queda a mano izquierda de la que abandonas el pueblo en dirección contraria a Santander, a un paso del hospital, hay varias corraladas. En una de ellas, con casa tradicional que está siendo sustituida por otra de hormigón, hice fotos a otra construcción que no sé qué es, porque colgaderu no parece. Se aproxima más a socarrena, aunque no sé cómo le dirán por esta zona.
Desde la puerta de la corralada:
Poste central:
Detalle del encaje de las dos vigas frontales, desde fuera y por dentro:
El cumbre y viga caballar (terminología cabuérniga):
A la izquierda hay un cubil:
Esta construcción, que funcionalmente podría equivaler a la socarrena cabuérniga, con cubil, se integra en una sucesión de corraladas que se estira a lo largo de la carretera. Hay cerca una casa con corralada y pared alta de libro: dentro se adivinan todas las construcciones posibles, incluido un palomar e incluso lo que parece, por fuera, un antiguo hórreo.
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