miércoles, 14 de marzo de 2018

Corrientes

Estuvimos la noche del sábado pasado charlando con el arquitecto y urbanista Jesús Molinero, quien nos reveló que la orientación de la casa tradicional montañesa, ese suroeste aparentemente extraño, quizá no tenga tanto que ver con el sol, aquí (punto 12), como con el viento. La casa tradicional montañesa sería, así, una especie de casa aerodinámica. Faltó desarrollo que espero podamos completar pronto.

No sé si orientándose al suroeste lo que hace la casa es enfrentar el hastial sin vanos al noroeste (o gallego), que es el viento malo de aquí, o si acaso lo que busca es dar la cara a un aire que desconozco, quizá el propio suroeste (el que ha soplado estos días atrás, un viento un tanto inusual), para mantener seca la peña de hierba del pajar, se me ocurre. Como decía, espero podamos coincidir con Molinero de nuevo pronto.

En corriente

"El miedo de las abuelas a las corrientes,
siempre atentas a cerrar puertas y ventanas,
no te pongas ahí, cierra allí, estate quieto.

En la cama del hospital, dormida,
mi abuela espantaba con un gesto
moscas que no había, llamaba a su madre,
madre, madre, estoy en corriente, pensaría,
o gritaba porque Escandia había vuelto
a empapar el carbón para engañarla con el peso.
(...)

Tan lejano el tiempo en el que la cocción
se medía en oraciones (los percebes, un padrenuestro)
escribo poemas como arcas de Noé
en las que alojar una pareja de cada especie
de felicidad, de dolor, de consuelo.

La abuela del mundo
acaba su taza de achicoria,
se pone su redecilla en el pelo
y se va a dormir.
Y yo no sé cómo explicarle
que el único lugar que sé mío
es en corriente."

Martín López-Vega, Gótico cantábrico (La Bella Varsovia, 2017).

La casa más expuesta al viento de Bostronizo, que está en un alto, se resguarda tras un parapeto que fácil puede alcanzar los cuatro metros de altura:



Supongo que la mítica forma circular de las construcciones castreñas tenga mucho que ver con esta circunstancia: circulares, sí, pero solo las más expuestas que, quizá, tratándose de poblados fortificados (menos por donde más agreste es el territorio) y en las alturas, sean más, las sometidas a estrés, es decir, las circulares, que en los fondos de valle, donde primarían las rectangulares.

Y no solo es el viento el que moldea nuestras casas: en Carmona, por ejemplo, la posada y restaurante El Puente, antigua casa llana, tiene uno de sus hastiales rematado en curva, la actual cocina, para que una hipotética crecida del río, a día de hoy improbable, no le afecte.

Para terminar volviendo al principio, pongo fotos de la única casa que queda en Tetuán (Santander) con orientación no digo tanto como tradicional, pero sí disímil a la del resto de casas del barrio, que siguen, éstas (no la casa de las fotos), la línea de la carretera:



Desnivel provocado por capa sobre capa de asfalto:



Todas las casas de Tetuán están alineadas respecto a la carretera, flanqueándola, salvo ésta.

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