lunes, 30 de abril de 2018

Las vocis del coru

Estuvimos esti sábadu nel estrenu de la obra El Rector nel teatru Campoamor d´Uviéu. Antis la bíamos liíu n´edición de Losada, faci d´alcontrar enas librirías Estudio o Gil, pinto´l casu.

L´avisu p´agagá-los móvilis lu jacin n´esti teatru primeru´n castellanu, dispués n´asturianu y pa treminar n´englés.

L´avisu n´asturianu provocó las quejas de cuatru presonas d´ente´l públicu. Dellas, la metá las tiníamos cuatru asientos más allá. Las mesmas que nu cansarin de molestamos, a nós y al teatru enteru, duranti tula representación.

viernes, 27 de abril de 2018

De regreso

Tenía ganas de decirlo: muy buena la columna de Balbona de hoy titulada "La experiencia de experimentar". Ganas porque desde hace mucho tiempo no leía nada bueno suyo. Esta columna es, por así decir, la recuperación de un buen periodista. Ojalá dure.

"El cajigal"

"El cajigal", de Raúl Molleda, aquí. Perfecto. Tenemos que dar las gracias a eldiariocantabria.es por contenidos como éste.

jueves, 26 de abril de 2018

Marcas de cantero norte-sur



Esta marca de cantero en la iglesia mozárabe de San Bartolomé (Córdoba) la hemos visto en una iglesia cántabra, no recordamos cuál.

En la antigua mezquita actual catedral de Córdoba han sacado moldes de las marcas de cantero cristianas y musulmanas y las han expuesto. Muy buena idea. En Cantabria bien pudiera hacerse un registro con las marcas de cantero presentes en nuestras iglesias y, es de suponer, palacios.



Palacio de los Cobos (s. XVI) de Úbeda, con la fachada cuajada de marcas de cantero:



Es curioso que en este mismo palacio encontremos la marca del mazo del cantero en el mismo sitio que en la puerta del cuartu del portal de la casa más evolucionada de la primera hilera del pueblo cántabro de Bedicó:



La foto es del palacio de Úbeda. Buscaré la foto del dintel de Bedicó.

miércoles, 25 de abril de 2018

UHP Torrelavega



"Tío no te haces una idea del peligro en que nos encontramos todo el día tenemos que estar en el refugio y quedarnos hasta por la noche..."

martes, 24 de abril de 2018

Flor

Paez que l´abonáu químicu pudiera esterciá-la diversidá de los muestros praos porque acelerando´l crecimiento de la herba resta oportunidáis a distintas especiis que requierin calma p´armollar.

El verdi puru, el verdi létricu qu´espenzamos a mercar a los turistas cumo marca de la casa (l´ADL de los "Valles Pasiegos", pinto´l casu) equivaldría a l´augua contamináu que se mos jaz cristalinu pero porque está muertu (ha pasáu nel Sardineru tres barciá-las sintinas del zóu de La Madalena, que los turistas criían estar chaplando nun mar limpiu, y lo estaba, peru por demás).

Ó, n´estos praos entensivos, las urquídeas qu´enanchan el contornu de Campoo o las floris de los praos altos lebaniegos a las que ya cantara´l Marqués de Santillana jaz cincu siglos ("Asy concluymos / el nuestro proçesso, / e nos avenimos. / E fueron las flores / de cabe Espinama / los encobridores"), ó n´estos praos létricos.

La Remonta está en plena fas de negociación. Cudo tuvía no sabin qué jacer, los alministraoris de lo públicu: siegan de continu peru no cuchan, no abonan. Las floris remanecin enti la herba, pero las tumban luegu -un labarintu que atronilla, las máquinas-, las tumban ensin tener claru el porqué.



Esta flor libró por alcontrase junta la senda. No l´arreconozo.

El ritratu está tomáu el mesmu día que segarin. Al otru día atroparin el verdi segáu, tamién a máquina, y quedó la uña, el cañón de la herba: apalambró esta semana de sol y abora la finca paez una alfombra de lana o un jardín japonés rastilláu. Y son los pájaros, ajuyando´l últimu jilu de color pal sú ñal -un jilu coloráu cumo de flor escunucía-, son los pájaros curcuños de la tierra empobricíu.

lunes, 23 de abril de 2018

Dos casas bajas en Lloreda de Cayón

Casa uno:



Pared lateral o jastial en el que se puede apreciar que la construcción de más a la derecha, que no alcanza el fondo de la casa primigenia, replica el cuartu del portal:



Portal:



Casa dos:



Atentos a la pajareta o vargareta que partiendo del cuartu del portal cruza de esquinal a esquinal, anunciando el balcón que nunca llegó:



Por encima de la puerta (que yace tumbada como se puede ver en la foto precedente), la escalera con los primeros pasos de piedra:



Mirando por encima de la puerta, a la derecha:



Entrando por el cuartu del portal.



El cuartu del portal da paso a la cucina:



El lar está nada más entrar a la derecha, a medio metro de altura y es de ladrillo refractario. La cocina es de campana, aunque ésta no se vea:



Otra casa del mismo pueblo con el jastial de piedra careáu:



Y otra en ruinas (el propietario es un jándalu de casi noventa años que no ha retornado):


domingo, 22 de abril de 2018

Colodras



En una ferretería de Sarón.

viernes, 20 de abril de 2018

Rumiría



Cartel nel bar Pico Cordel de Pirines, Sanander.

Dendi las 12 n´Hermosa (Mediu Cudeyu): baili, cumía, mercáu artesanu...

jueves, 19 de abril de 2018

Reseña a "No tengo tiempo" de Jorge Moruno

"Todo este caos vital está hilado por una ideología individualizadora, propia de la etapa neoliberal, que nos invita a ser empresarios de nosotros mismos, a perseguir nuestro sueño, a reciclarnos, a ser flexibles, a adaptarnos siendo empleables y, en definitiva, a individualizar un problema colectivo: el de la crisis de la sociedad del empleo. Así, siguiendo a Moruno, la naturaleza de la ideología es, precisamente, la ideología hecha naturaleza. Aparece directamente como vivida, experimentada, sin pasado ni futuro, sin principio ni final, como una meseta, solo en su forma presente aparece inalterable y estable en el tiempo. En este marco, vivimos como autómatas atrapados en un bucle temporal bajo la ilusión de la libertad, pero en palabras del autor, vivimos en un modelo de sociedad donde la elección se reduce a aquello que se puede comprar, esto es, todo, salvo elegir el propio modelo que lo condiciona todo."

En reseña de Juan Vázquez Rojo al libro No tengo tiempo de Jorge Moruno en la revista Torpedo, aquí, donde, por cierto, también encontraréis entrevista muy interesante a Alberto Santamaría en relación con su libro En los límites de lo posible, aquí.

miércoles, 18 de abril de 2018

Dos hileras de Bedicó

Como decíamos ayer, Bedicó está enclavado en el antiguo camino que conduce a Coo.

Preguntados unos vecinos nos dijeron que había una casa muy buena que resultó estar forrada de mármol sobrante de un taller que hay a los pies del monte. Los recortes de mármol pegados era lo que la hacía buena. Pero dando un paseo por el pueblo encontramos al menos dos hileras de verdadero interés.

La primera está formada por tres piezas, casa montañesa canónica recién restaurada la de la derecha, cuadra en el centro y a la izquierda una casa con todo el espacio superior aprovechado como pajar.

Casa de la izquierda:



Perfil:



Casa de la derecha:



Poste central convertido en potru para potrear la madera, indicador de antigüedad (sería genial estudiar la distribución de este tipo de postes):



La piedra horizontal del poyu quizá se trate de la antigua pusiega de la cocina, nada raro:



Frente a esta hilera, concretamente frente a la casa de la izquierda, se levanta una construcción aparentemente reciente (aunque es probable que derive de otra anterior) no desprovista de interés.

Desde la hilera:



Hacia la hilera:



La base es de piedra y el cuerpo superior, con estructura de madera, de ladrillo:





Es inevitable encontrar paralelismos con el hórreo montañés. Esta construcción anexa es probable se hable con el pajar superdesarrollado de la casa de la izquierda.

La segunda hilera está compuesta por dos unidades, la de la derecha subdividida en otras tantas.



La pajareta / vargareta (no preguntamos a los vecinos) de la última de la derecha:



Es en este conjunto donde se encuentra el probable lar central enterrado en el portal.

Perfil de la primera de la izquierda:



Hace falta volver a este pueblo con un poco de calma para preguntar por todo lo que ha quedado pendiente.

domingo, 1 de abril de 2018

Bedicó





En casa baja de Bedicó, pueblo de Cartes, del latín BEDIS, "camino", y Coo, población cercana que era y sigue siendo paso importante del camino de la costa hacia Santo Toribio de Liébana.