"Tras echar una sentá
y coger conversación,
en sus ojos pude ver
gran vacío, decepción;
le dejaron sin tudancas,
le quitaron la ilusión
de salir a las mañanas
con albarcas y zurrón.
Le robaron los momentos
rebosantes de entusiasmo:
cuando prendía al tardíu,
al esbarriar muy temprano,
al amamantar los jatos,
y al ordeñar a dos manos,
cuando mudaba las jedas,
cuando le echaba campanos.
Hoy solamente le quedan
algunas cuadras vacías,
las carranclas de su perro
que le daba compañía,
la cuesta deshabitada
sin sus tudancas bravías,
el recuerdo de un pasado,
la nostalgia de otros días.
Negro les pinta el futuro,
he oído decir, señores,
para ganar el sustento
con oficio de pastores.
El tiempo será testigo,
pero dicen los rumores
que en la braña quedarán
solo vacas de colores."
El libro El sentir de un montañés: Trovas de la tierruca de Rubén Gutiérrez Cosío está realmente bien.
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