No siempre iban todas ni las mismas. Pero siempre había alguien que iba. Solo había que incorporarse al grupo que pasaba por los mismos sitios a la hora acordada en función de la estación, del calendario escolar, etc.
No se excluía a nadie.
No sé si se seguirá haciendo.
Este tipo de formas de sociabilidad femenina se da mucho en nuestros pueblos, de hecho es frecuente ver a grupos de mujeres por las carreteras, incluso en carreteras de montaña. A los hombres te los sueles encontrar solos.
Si tenéis ocasión, participad en la salida de vuestra localidad.
Para mantenerlas vivas creo importante, también, incorporarlas al ámbito de la ficción, escribir sobre ellas, imaginarlas. Ojalá se animara alguien.
Me confirman que las salidas de Colindres de Abajo ya no se hacen.
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