Es poco lo que se conserva de la antigua Casa de Salud Valdecilla. Apenas unos metros de la pared original con verja a la altura de la Escuela de Enfermería, comida por la hiedra, y la capilla. Todo lo demás es relativamente reciente. Los pabellones son en realidad falsos históricos, es decir, nuevos pero remedando los originales, sin serlo. La idea era que funcionaran como saluda de la ciudad a los que entraran en coche por Lamarga, pero fueron tapados por Valdecilla Sur, que es una mole del color de los portaaviones.
El otro día reparé en una pequeña construcción que se me había pasado por alto, calculo que de los años setenta, preciosa, ésta:
Las fotos están tomadas en días distintos de esta semana.
Creo que es obra del arquitecto Ángel Hernández Morales, aquí.
Esta maravilla está siendo utilizada como invernadero.
Y no se me ocurre mejor uso. Tampoco sé de otra construcción más bonita, por todo, en Santander.
Tiene bastante pinta industrial, se parece a esas casetas que hay a la entrada de las fábricas y que sirven para vigilancia o que hay al lado de una báscula para camiones. Tal vez precisamente la vigilancia fuera su función original
ResponderEliminarUna institución que cuida sus plantas a nivel institucional (no que lo hagan sus trabajadores, me refiero, que también) es una institución potencialmente buena.
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