El principal promotor del antruíu de Lanchares, celebrado sin interrupción desde siempre aunque abierto al público por primera vez este año, de zamarrón, da las gracias a uno de los vijaneros desplazados hasta el pueblo para dejar patente que La Vijanera está con ellos.
Fue un saludo breve pero afectuoso.
Como apuntaron unos amigos, ahora que ya no quedan cántabros de los de su pueblo lo que toca es reforzar estas alianzas entre pueblos, funcionar como una comunidad más amplia que la de aldea.
Este carnaval recién proyectado al exterior gracias a la colaboración de muchos de dentro y de fuera refleja un apoyo mutuo, encarnado en este saludo, del que cabe esperar mucho y todo bueno.
Una vecina anciana me dijo que nunca dejaron de celebrarse, aunque durante una época dentro del franquismo solo salían los niños (que no dejaron de trasvertirse, es decir, que no abandonaron el componente transgresor), pasados los años se incorporaron las niñas y más tarde todos los demás.
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