lunes, 15 de julio de 2019

La Campanuca (Pontejos)

Recibo un guasap:

estoy ahora a islas

vienes a La Campanuca?

Yo ni idea,

ni de su interés reciente

ni en dónde La Campanuca,

pero sí.

La última fue a iniciativa mía

y fue:

buscar una hilera de hitos

enormes, entrevistos desde la autovía

en Las Llamas

que no encontramos

y la anterior

la casa del demonio

en Cureña,

que tampoco.

Pues a las siete donde siempre

para coger marea baja,

cita

y a en punto bajo

ocultando mi sombra

en la sombra

de lo que me rodea:

el día arde

y la mar - media hora escasa

al volante, las ruedas

inmersas en los espejismos

de la carretera -

se repliega

desnudando los pasos:

evitamos pisar donde el otro

para no hundirnos

en la basa, negra

por la materia orgánica

en descomposición.



Rodeamos la isla

y encontramos la cueva

- a norte, con bordado

de ostras -

donde se escondían

los vecinos

de los aviones.

Sobrevuelan cuervos

y un águila

que parece blanca

aparece al anochecer

para cubrir nuestros pasos

de vuelta

que no seguimos

por miedo

a hundirnos

en la basa, negra

por dentro.

Es imposible que los vecinos se refugiaran aquí

nos decimos.



Ya en casa, a la luz

de la mesita de noche

envío un guasap:

no es de los bombardeos

de lo que huían

sino de:

los legionarios

los moros

los falangistas, de:

las violaciones

las matanzas.

La cueva

permanece - a norte

calcio endurecido

de apariencia ósea

a sus pies.

Pero ahora es de noche

y la marea está alta;

los pasos están cerrados.

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