"Para mí el frente es un siniestro remolino. Cuando todavía estamos lejos de su centro, en aguas tranquilas, sentimos ya la fuerza de absorción que tira de nosotros, lentamente, inevitablemente, sin que podamos ofrecerle demasiada resistencia.
Sin embargo, de la tierra y del aire fluyen hacia nosotros fuerzas de defensa; sobre todo de la tierra. Para nadie la tierra es tan significativa como para el soldado. Cuando se aprieta contra ella, largo rato, con violencia; cuando hunde en ella el rostro y los miembros sintiendo pavor frente al fuego, entonces la tierra es su único amigo, su hermano, su madre; el soldado gime su terror y sus gritos en su silencio y su recogimiento; la tierra lo recibe y lo manda de nuevo a diez segundos de carrera y de vida, y luego lo recibe de nuevo, quizá para siempre."
Remarque: Sin novedad en el frente, cuya primera edición es de 1929.
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