Una de las últimas veces que fui a Sopeña de Cabuérniga antes del confinamiento me pareció advertir una serie de pequeños hoyos no sé si alineados o haciendo tramas en la losa que está junto a la entrada del árbol donde se colgaba y prendía fuego al Judas y donde se echaron a quemar las imágenes de la iglesia durante la guerra. Hice fotos pero era de noche y apenas se veía nada en ellas, así que las borré. He vuelto el pasado fin de semana y para mi sorpresa, la primera, toda esa parte del corru de la bolera (el otro es el de la iglesia) lo han desarmado. Es una pena porque siendo la bolera un lugar extraordinariamente simbólico esa parte lo es sobremanera.
En la foto evito que se vea del todo el destrozo. El árbol de las quemas queda a la izquierda, no se ve.
La segunda sorpresa, ésta agradable, fue que no hay una losa, hay muchas con hoyos, algunos con un canalillo que muere en el canto. Ya conté aquí (punto 5) que de pequeños jugábamos a tallar en estas losas nuestros nombres y las figuras que se nos ocurrían. Pero estas cazoletas que hoy se ven no las recuerdo, aunque es probable que estuvieran, ni sé a qué responden. Quizá sea cosa de los tenderetes que se montaban en El Carmen o que estén relacionadas con la garáuja o madera de Castilla o que se hicieran para evacuar el agua de las losas y poder sentarse, que se trate de un proceso natural o que sea mezcla de proceso natural e intervención humana, la cazoleta cosa del primero y el desagüe del segundo en una simbiosis equivalente a la que hemos visto en los camberones, que la naturaleza socava y el humano acondiciona.
Cazoletas:
Cazoletas y canalillos:
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