Nunca me ha interesado demasiado lo que dice Raul, en muchas coincido pero su visión "mesiánica" de Cantabria y cómo dice a los cántabros como deben ser cántabros hace que me aburra y que no le ponga mucho interés. Me interesaba más el cómo lo decía a lo que decía en sí. Su tendencia, declarada a castellanizar el cántabru, legítima como posición ideológica, hace que cada vez me interese menos el cómo lo dice. Los cántabros ya somos lo que queremos ser, no hay una esencia ni guardianes de la misma.
Bien, lo que comentas es una opinión y es tuya, no tengo nada que añadir, si acaso únicamente que eso de que los cántabros somos lo que queremos ser no es por todos compartido, yo mismo por ejemplo ahí no entro. De alguna manera es pecar de lo mismo que recriminas a Raúl, interpretarnos. Pero bien. Lo que ya no me parece tan subjetivo es que digas que Raúl castellaniza el cántabro: hombre, precisamente Raúl es la persona que más se ajusta al cántabro real que yo conozca, y me incluyo como autor (por lo que valga), reconocida la capacidad de Raúl por los pocos hablantes patrimoniales que son conscientes de serlo y que se preocupan por su patrimonio lingüístico o lengua. Raúl lo lleva dentro, lo ha mamado, y se le nota. Además, se ha preocupado de ampliar su base, es decir, de estudiar, y de aplicar sus conocimientos al día a día, de ponerlos a prueba, y de eso doy fe, con lo cual ha actualizado su cántabro como nadie: lo ha traído al presente, dándole viabilidad. A mí al menos me pasa: es leerle y creer que es posible. Es con el único que me pasa en Cantabria, el único al que, de alguna manera, creo cuando le leo en cántabro.
He recibido un comentario en respuesta de "admirando". No lo voy a publicar. De hecho no he terminado ni de leerlo. O a Raúl directamente o nada. Yo no soy el correveidile de nadie ni tengo ganas de leer chorraditas.
Nunca me ha interesado demasiado lo que dice Raul, en muchas coincido pero su visión "mesiánica" de Cantabria y cómo dice a los cántabros como deben ser cántabros hace que me aburra y que no le ponga mucho interés. Me interesaba más el cómo lo decía a lo que decía en sí. Su tendencia, declarada a castellanizar el cántabru, legítima como posición ideológica, hace que cada vez me interese menos el cómo lo dice. Los cántabros ya somos lo que queremos ser, no hay una esencia ni guardianes de la misma.
ResponderEliminarBien, lo que comentas es una opinión y es tuya, no tengo nada que añadir, si acaso únicamente que eso de que los cántabros somos lo que queremos ser no es por todos compartido, yo mismo por ejemplo ahí no entro. De alguna manera es pecar de lo mismo que recriminas a Raúl, interpretarnos. Pero bien. Lo que ya no me parece tan subjetivo es que digas que Raúl castellaniza el cántabro: hombre, precisamente Raúl es la persona que más se ajusta al cántabro real que yo conozca, y me incluyo como autor (por lo que valga), reconocida la capacidad de Raúl por los pocos hablantes patrimoniales que son conscientes de serlo y que se preocupan por su patrimonio lingüístico o lengua. Raúl lo lleva dentro, lo ha mamado, y se le nota. Además, se ha preocupado de ampliar su base, es decir, de estudiar, y de aplicar sus conocimientos al día a día, de ponerlos a prueba, y de eso doy fe, con lo cual ha actualizado su cántabro como nadie: lo ha traído al presente, dándole viabilidad. A mí al menos me pasa: es leerle y creer que es posible. Es con el único que me pasa en Cantabria, el único al que, de alguna manera, creo cuando le leo en cántabro.
ResponderEliminarHe recibido un comentario en respuesta de "admirando". No lo voy a publicar. De hecho no he terminado ni de leerlo. O a Raúl directamente o nada. Yo no soy el correveidile de nadie ni tengo ganas de leer chorraditas.
ResponderEliminar