Muchas veces vemos como un problema lo que cambiando de perspectiva se convierte fácilmente en riqueza. Cambiando de perspectiva o lo más frecuente, informándose un poco mejor. Pasa con el verbo cántabro deprender, que significa tanto "enseñar" como "aprender" y no por defecto, como algunos limitados pretender hacer ver (que todo el cántabro es una farsa o un error), sino porque se trata de un autoantónimo. Pura riqueza.
Los autoantónimos son palabras que significan dos cosas opuestas a la vez. Son muy escasos en cualquier lengua. Es una suerte que en cántabro tengamos (al menos) uno. Y sobre todo es una suerte que lo hayamos mantenido, que hayamos sido capaces de discernir cada vez el significado pertinente según el contexto, hasta nuestros días. No hay mejor prueba de lengua capaz y de hablantes afinados.
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