Lobo muerto en Z

Esta foto terrible es de la semana pasada en Cieza.

Primero se hace como que el lobo no existe. No se toma ninguna medida, no se estudia, no se hace nada.

No se posee la cartera de medio ambiente y la de ganadería, por una lado, y la de ordenación del territorio, por el otro, todas en el mismo saco, solo para hacer dinero con los eólicos, o no debería.

Segundo, los vecinos saben que el lobo tiene que estar, en su sitio (incluso en el monte te señalan dónde), pero que tiene que estar. El problema es que el lobo no se gestiona, los vecinos no tienen interlocutor, les hacen el vacío. Se sienten desamparados, que su forma de vida y de entender el mundo son desautorizadas, y al final ceden a la lógica de los cazadores que poco a poco, fin de semana tras fin de semana y de forma irremediable se va haciendo mayoritaria. Esta lógica espuria del cazador (contraria a la del vecino consciente) consiste, como era de esperar, en matar al lobo.

Finalmente el problema estalla. Los políticos que hasta entonces no habían hecho nada se suman ahora al estado de opinión creado por los cazadores, que es mayoritario (e ilegal) precisamente porque los políticos, encargados de gestionar, han estado ausentes. Se suben a un carro de ruedas locas.

Resultado, la foto y consecuencias, los juicios, las multas y las amenazas que no dejan de sucederse.

Corremos el riesgo de que pase lo mismo con el oso. Para nuestros vecinos asturianos el oso es un valor, han logrado que lo sea. De nuevo en Cantabria no se está haciendo nada, como con el lobo al principio.

Pero nunca es tarde para empezar a gestionar con cabeza. A algunos nos cuesta perder la esperanza.