martes, 24 de enero de 2023

La victoria

Estaba pasando por Casa Cárabes, que está a la venta, cuando oí el canto de un gallo. Retrocedí, me asomé por una de las puertas laterales para mirar y el gallo me vio. Se acercó entonces parando a cada momento para ponerse de lado y mostrarme su perfil de colgajos rojos y plumas negras hispidas, supongo que asustado, porque en los más de los casos es el miedo el que te hace reaccionar así, con altivez o agresividad, también a este gallo, pero sin darse cuenta de que las gallinas le seguían y que con su actitud las estaba encaminando hacia mí, el supuesto peligro. Me desentendí y seguí mi camino. En cuanto me perdió de vista, cantó.

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