Su madre no le compraba nocilla, se la hacía, la madre, batiendo nata fresca de casa y colacao. Quedaba más clara que la nocilla. Se la echaba en bocadillos "de pan, pan", dice, no pan de sándwinch. Se los comía rápido y a escondidas para que sus compañeras de clase no se rieran de ella.
En Luena.
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