Tenía un hijo sonrosado, gordito y de ojos azules. Por entonces había mujeres que tenían que abandonar a sus familias para dar de mamar a los hijos de otros. Se las entrevistaba. Para esas entrevistas digamos de trabajo le pedían prestado al niño. Curiosamente, o en realidad no, se valoraba que fueran madres de niños, no de niñas.
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