En Colindres un anciano nos contó de las primeras palomas del pueblo. Había un palomar en un último piso de la calle de la carretera nacional. Cuando el dueño murió, los herederos las soltaron. De aquellas, las de ahora.
A Santander llegó hace poco la primera paloma blanca. Estaba en la C/ Burgos. La foto es de ayer.
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