Estábamos en la barra del restaurante que está saliendo del pueblo de Saja, a la derecha. La persona que nos atiende es hija de guarda forestal y cuando dice que es nacida del Monte Saja es que lo es literal.
Es uno de los pocos sitios que tiene puesto el nombre bien, dice la señora: La Jaya Cruzá. Otro es La Cueva´l Poyu. Cuando vinieron aquellos del museo se lo advertí. Es El Poyu, no vayáis a poner El Pollo.
Sin embargo otros son un desastre, como Los Conchosos. ¿Qué es eso? ¿Pero por qué no preguntarán a la gente?
¿Y cómo es?, preguntamos.
El, el..., responde.
El Conchosu, completamos.
Asiente con la cabeza. Se dice como hablamos aquí.
¿Con la u?
Vuelve a asentir.
O Alto del Gurugú. ¿Qué es eso?, repite. Aquí la señora dice un topónimo que no recuerdo pero sí que está relacionado con urdial.
Todo empezó porque tomando un café trabamos conversación con un cliente que decía Hozcava y a la tercera vez no pude evitar preguntarle si era de Campoo a lo que él respondió que no y que por qué se lo preguntaba: porque no dices Jozcava, yo. No, no, es Hozcava, así viene en los carteles. Pero en los carteles viene como lo ponen unos funcionarios que están en Madrid, hombre, no hay que fiarse. Es entonces cuando interpelamos a la señora de la barra:
Es Jozcava, fulmina.
El señor acata. Muchos nombres se han perdido. Guarda silencio. Muchas palabras, continúa. Y más que se perderán, concluye.
Tomaros algo, hombre, tratando él de retomar la conversación, conciliador. Rechazamos su invitación porque luego nos tocaría a nosotros y el dinero que llevamos encima da justo para dos cafés. Pero no la conversación.
Vinieron hace tiempo unos vecinos a comer (aquí la señora da nombres de la tierra). Imaginaos, todos en un mesa, y una familia de catalanes en la de enfrente. Yo atendiendo a unos y a otros. En estas me dicen los catalanes: ¿y tú cómo los entiendes? ¿Y eso? Pues porque tú hablas con nosotros normal pero sin embargo a ellos parece que les entiendes perfectamente. Porque son mis vecinos. Ay madre, y nosotros que pensábamos que eran extranjeros
dicen los catalanes
y nosotros que pensábamos que nosotros éramos los únicos que teníamos una, una..., la señora calla pero parece querer hablar con los ojos.
Una lengua, completamos nosotros.
Y entonces cambia de tema. Empezamos a hablar de osos, que hay muchos.
Para El Poyu, aquí:
ResponderEliminarhttps://elrobledaldetodos.blogspot.com/2020/05/sepoyu-barrio-de-teran-cabuerniga.html
El Conchosu es un topónimo que parece relacionado con "concha", calzada.
En los carteles de Jozcava hay una pelea interesante: está puesto Jozcava pero los de Campoo lo han tachado y puesto Hozcava, que es como ellos dicen. Nada tiene que ver, pues, con esa pintada que apareció hace poco en el pueblo de Correpocu donde algún atontao había tachado el cartel y puesto *Cuerripocu.
El discurso de la señora la llevaba a conclusiones que le costaba a ella misma aceptar. Cuando se daba cuenta callaba la palabra que hubiera servido de llave. Primero pasó con el topónimo El Conchosu y luego con la palabra lengua.
ResponderEliminarEs real.