Igual, dudo de ese recuerdo que tengo de ir con mi padre en autobús por la Cuesta del Gas y decirme que al Puntal de Somo se le llama El Sable.
Me recuerda todo a aquella vez que mi padre no se acordaba de que a la pisondera que dice mi madre él la llamaba, y por eso lo sé yo, cuchi, aquí.
"Contemplaba con arrobo aquella estela de espuma blanca que a perderse iba en el amarillo oscuro de los arenales del sable de Somo que encauza a la bahía". En la novela "La venus de barro" (1953) de Riera Ganzo, p. 30. Era un recuerdo cierto.
ResponderEliminar