Estuve anoche en casa de una familia de las de rancio abolengo santanderino y me contaban que un familiar había rehusado formar parte de los primeros gobiernos de la democracia porque decía que los latinos adoraban al dios sol, es decir, que eran corruptos por naturaleza, y él no se quería ver implicado.
Esta mañana Santander ha amanecido con el cielo cubierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario