Estaba esperando en el banco que hay a la puerta del garaje a que llegara Raquel en coche cuando pasaron tres jóvenes, uno latinoamericano con pantalones cortos y dos españoles, uno en chándal y el otro no lo recuerdo, hablando de cómo poner un café (ellos que apuesto a que apenas lo han probado, a su edad) porque se ve que acababan de conseguir trabajo de camarero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario