Cogemos las últimas moras, aquellas que conviven con las flores. Queremos hacer mermelada este año. También flores del bardal para un jarroncito de cristal antiguo que tenemos.
Metemos las moras en una bolsa de tela. Las flores las llevamos en la mano.
Lo echamos todo en el asiento trasero del coche y al llegar a la autovía cerramos las ventanillas. Sube la temperatura. La bolsa de tela se tiñe de morado y las flores se desmayan. En el interior del coche empieza a oler distinto. El aire acondicionado nos hace estornudar como en primavera.
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