En Carmona hay un camino para llevar los muertos al cementerio. En Bárcena Mayor hay otro para lo mismo que conduce hasta el cementerio de Viaña (lo cual permite a los vecinos de Viaña decir que su pueblo es más antiguo que Bárcena Mayor). En Lafuente (Lamasón) hay otro cuidado por una pareja de cabezas de piedra que avisan "cuántos pasan que no vuelven". Es el
hil-bidea (camino del muerto) vasco. Es una suerte que Santander conserve una calle por donde se conducían los muertos al antiguo cementerio: La Cuesta Las Ánimas. No me explico que haya vecinos que no estén orgullosos.
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