martes, 29 de julio de 2014

Iceberg

Voy a explicar brevemente mi postura respecto al Centro Botín. Lo voy a hacer no por gusto sino por responsabilidad ciudadana. Si tengo algo que decir prefiero decirlo de una vez, ser claro, por lo que valga, antes que andar sacando punta, que seguro no sirve más que para que mis amigos me den un par de palmaditas en la espalda. De todas formas no esperéis reflexiones profundas: solo la explicación de mis coordenadas, que son mías, y que por el hecho de serlo, dada mi condición de ciudadano, son extrapolables a otros como yo.

Todo proyecto tiene sus flecos. Sería injusto aprovecharme de ellos. Ningún proyecto que se emprenda está libre de errores. El problema (el mío) es que no son los errores de este proyecto lo que me molesta.

Todo empieza cuando Mónica Álvarez Careaga presenta al Alcalde el proyecto de Candidatura a Capital Europea de la Cultura. El Alcalde acepta, pero le da un codazo a Mónica para entregar el proyecto a Rafael Doctor, ignoro los motivos. El proyecto naufraga en la primera ronda. Estoy convencido de que Mónica lo hubiera gestionado mejor. Capaz es. Pero tampoco perdimos tanto. Que se lo digan a los donostiarras, que todavía están braceando, a ver cómo salen de ésta. Hasta aquí bien: perdimos, pero gracias a Rafael Doctor todavía no sabemos muy bien el qué. La honrilla para quien la necesite.

Las cosas no comienzan a tomar un cariz preocupante hasta que se crea una fundación que en lugar de potenciar la participación ciudadana, como se suponía, se dedica a privatizar el presupuesto de cultura del ayuntamiento.

Me explico. Lo ideal hubiera sido: con la Candidatura el foco de atención se posa en la cultura, así que aprovechamos para implicar a la gente en la gestión de las actividades culturales organizadas por el ayuntamiento, lo que pasa por permitir a los ciudadanos gestionar los presupuestos de la concejaía de cultura (a fin de cuentas de cultura no muere nadie, así que por qué no probar con los presupuestos de cultura qué tal se nos da éso de la política en primera persona). Hay iniciativas parecidas en España, sin ir más lejos en alguna de las ciudades que también competían por la Candidatura a Capital Europea de la Cultura, por ejemplo Córdoba, y de las que creo se tomó la idea. Una idea con resonancias fantásticas. Bendita Candidatura si hubiera servido para éso.

Pero en éstas que llega el Banco Santander y dice que para recabar su apoyo, que se estima fundamental, hay que crear una fundación y echar el candado. Los presupuestos de cultura del ayuntamiento, lejos de abrirse, se enclaustran. Lo que empezó siendo una idea ilusionante pasa a ser una realidad ofensiva. Lo que empezó siendo una idea bonita acabó sirviendo de palanca para que entraran los ladrones a casa. Salva la situación el director de la Fundación Santander Creativa, Marcos Díez Manrique, una persona diez. Gracias a él no hablamos de humillación.

Hasta aquí, claro. Damos un salto:

Como ya he explicado en otras entradas, Botín ha echado el ojo al mercado norteamericano y se ha dado cuenta, listo que es, que la educación es una puerta de entrada franca en ese país (las universidades además de minas de clientes son sobre todo fuentes de prestigio), de ahí Universia, de ahí la nueva plataforma de e-learning que ha presentado esta semana, de ahí el apoyo reciente a la Fundación Comillas, que ha dejado en la recámara, para cuando le haga falta, etc. Necesitaba una nave nodriza. Un cuerpo que encarnara la idea. El Centro Botín lo es. No está hecho para los ciudadanos, sino para él. Los ciudadanos somos atrezzo. Si nos queremos convencer de la película que nos ha contado para justificar su proyecto, bien, y si no, peor para nosotros.

Retomamos el hilo:

El Centro Botín es un proyecto mal encaminado. ¿Qué entiendo por mal camino? El tutelaje, el paternalismo. No es exactamente antidemocrático, pero lo que es seguro es que no es ésta, la que puntúa la aceptación acrítica, la democracia que necesitamos. El Centro Botín nos está haciendo mucho daño. Estamos perdiendo incluso la noción de lo que estamos perdiendo. Lo que estamos perdiendo, o que nos están quitando, es precisamente lo que nos hace saber qué nos están arrebatando: la ciudadanía.

De éso estamos hablando. Que los árboles que iban a plantar en los Jardines se hayan quedado en míseras plantitas de boj, si me apuráis, me importa un comino. Que nos hayan engañado con la escala del edificio. Que llenen los jardines con pozos "artísticos" (el arte no está obligado a cumplir la normativa de seguridad) de una amiga de la hija, que es además asesora como supimos gracias a un vergonzoso reportaje publicado en el XL Semanal (la familia Botín decidiendo qué hacer con nuestros jardines en el estudio del arquitecto sin que se viera ni de refilón a ningún representante de Santander). Me importa relativamente poco todo éso. Lo que más me importa es quién es él, Botín, para decidir si una cosa u otra, si boj u ortiga, si en alto para que se vea la bahía (esta solución tan cutre no se le ocurre ni a un estudiante de primero de Arquitectura) o para alcanzar la altura de las copas de los árboles (es una pena que esta idea, comparativamente más potente que la anterior, no se le haya ocurrido al arquitecto), etc., es ésto lo preocupante, quién es él para decidir nada (acertada o equivocadamente) sin contar siquiera con nuestro Alcalde, que por lejos que esté de mí no deja de representarme.

El Centro Botín representa el triunfo de un modelo basado en el tutelaje fiero. La Corporación, 1 - Ciudadanía, 0.

Dicho todo lo cual, procuraré no hacer sangre con lo que vaya viendo porque, total, para qué. Errores va a haber seguro. Pero en el Centro Botín como en mi casa o en mi trabajo. Si alguna vez los trato tened en cuenta que lo hago en su calidad de puntas de iceberg. Mi crítica al Centro Botín ha quedado plasmada en los párrafos anteriores. Todo lo demás es anécdota. 

Y por cierto, ya que está en marcha, espero que el proyecto concluya bien, no lo digo con segundas.

lunes, 28 de julio de 2014

Pisadas en los Jardines, Villa Iris, Arte Santander, El Botas y Gombrich

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Una vecina me dice muy contenta que ha dicho el Alcalde que se puede pisar la hierba de los Jardines.

Alcalde, valiente.

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En Villa Iris hay una expo de los últimos becados por la Fundación. Sobresale, a mi entender, la portuguesa Catarina Botelho. A partir de unas humedades de la villa, no sé si provocadas o realmente halladas, ha fotografiado otras en barrios de Santander que funcionan como ecos. Las ha impreso a gran tamaño y las ha colgado junto con las humedades primeras. El diálogo es muy interesante.

En el polo opuesto, alguien, no sé quién, ha escrito a lápiz frases por las paredes, entre otras: "A: ¿Quieren los santanderinos el Centro Botín? B: A los santanderinos no les gustan los cambios." Éste parece estar siendo el mantra de las autoridades, que es que no nos gustan los cambios. Lo repitió Ignacio Diego el día de la inauguración de los Jardines. Muy dócil este artista, muy obediente. Le auguro un buen futuro como empleado. De Ignacio Diego mejor no digo nada. Otro artísta de la misma camada ha hecho fotos del centro de datos del Banco Santander de noche. Lo llama "el faro". Se ve que les han intentado aleccionar y hay quien se ha tragado el anzuelo.

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Hay en la feria Arte Santander una obra muy interesante de Mira Bernabeu. Se trata de una serie de fotos dedicada a los cuidados paliativos del individuo: el gimnasio, los médicos, las religiones, etc. La primera foto es la de una chica corriendo en una vía con las torres gemelas al fondo. La última foto está tomada en ese mismo sitio con las torres gemelas envueltas en humo. Es una serie que sigue orden cronológico. En una vitrina se pueden leer dos tipos de documentos: (1) ideas que le van surgiendo a medida que avanza en su proyecto, ideas que sistematiza como parte del proyecto (he ahí lo interesante) y (2) los correos electrónicos que envía ¿a su padre? describiendo el atentado del 11-S. Yo si fuera una institución compraría esta obra sin dudarlo. Si fuera una institución con dinero. Y si no lo fuera y tuviera dinero compraría obra de Carmen Calvo.

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Entradas más atrás hablaba del Botas. Decía que talló en la pared de la bolera de Sopeña, a golpe de clavo y piedra, punta y murrillu, una hoja de plátano con su nervadura y todo. Pero, ¿por qué no la tradicional hexapétala? ¿Qué salto se ha producido aquí?

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"A la naturaleza no se la puede imitar o transcribir sin primero despedazarla y luego recomponerla". E. H. Gombrich. Tampoco hay que tomárselo al pie de la letra, me parece.

viernes, 25 de julio de 2014

Mouro, águilas picadas, graffiti, bibliotecas señeras y nuevos centros urbanos

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Sabido es que la bahía de Santander está defendida por una isla rematada por un faro. A esta isla se la conoce como Isla de Mouro. Pongo foto hecha desde El Chiqui:


Este topónimo lo puso el cartógrafo portugués Pedro Teixeira en el s. XVII. Lo puso por equivocación. La isla se llama, todavía hoy, a este lado de la bahía Isla de Mogru / Isla de Mogro y en algunas partes del otro lado Isla de Jorganis / Isla de Jorganes. Mogru / Mogro es un topónimo que se repite en otras partes de la costa de Cantabria (hay un pueblo que se llama así, sin ir más lejos, un pueblo con una mole de piedra en medio). El portugués escuchó Mogru e interpretó Mouro, que en su lengua quiere decir "moro". La isla, entonces, convendremos tiene tres nombres: Mouro / Mogro / Jorganes en castellano o Mouro / Mogru / Jorganis en pejín.

Es curioso que el portugués se equivocara en la misma dirección que nuestros paisanos lo han hecho históricamente: los innumerables moros que andan por nuestra toponimia (cambera los moros, cueva los moros, etc.) no son más que adaptaciones de topónimos previos con la raíz prerromana MOR-, "mole de piedra", y de la que provienen palabras montañesas como moruguetu (montón de hierba) o moriazu (pequeño cúmulo desordenado de piedras). El topónimo Mogru tiene el mismo origen. No dio tiempo a que los paisanos lo convirtieran en *Moru, ya vino un portugués que lo hizo por ellos, en su lengua. Yo creo que sin perder Mouro deberíamos intentar no ya rescatar, porque no está perdido, pero sí revalorizar el topónimo Mogru / Mogro, que es como es. Aunque en esta tierra hay muchas cosas que son como son y precisamente por serlo (porque hay a quien molestan como son) están como están.

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En la C/ Lealtad de Santander había un portal que conducía a un local propiedad del Gobierno. El portal estaba presidido por un escudo con un águila. Una tarde vino un operario y lo picó. No hubo ningún cataclismo. Son esos gestos que cabría esperar en un país normal y que, de vez en cuando, cada vez menos, se dan entre nosotros. Pongo foto de esta misma mañana:


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Adivinad en qué ciudad está hecha esta foto. Una pista: la hice ayer y yo no me he ido de puente a ningún sitio. El buen rollo se masca en el ambiente. Está a la altura de un niño.


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No hay una sola biblioteca pública abierta en Cabuérniga, Los Tojos, Puentenansa, Tudanca, Lamasón... pero si pagas 15 euros a una empresa que nadie conoce te enseñan la de Barcenillas y la de Tudanca, que los vecinos no pueden utilizar pero que son señeras (dicen, la expresión no es mía sino de las directoras de las bibliotecas que se han prestado a ello) o que no las pueden utilizar precisamente por ser señeras, no vaya a ser que las ensucien. Cultura para todos... los que pertenezcan a una élite que la sepan apreciar (esto último va con retranca, obviamente) aunque el uso que haga esta élite de la cultura no vaya más allá de lo que dé de sí un vino español.

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Foto que deja a las claras cuál es el nuevo centro de la ciudad y a quién pertenece.


Fijáos qué lejos del edifico está colocado el cartel. Yo creo que lo próximo va a ser poner un cartel de bienvenida a la entrada de la ciudad firmado por el Banco Santander. "Oye, mira", dirá un halcón liberal, "si ponen dinero para el bien del pueblo, o sea, para la regata del alcalde, fenomenal, oye tú, habrá que pasar por el aro, tenemos que ir acostumbrándonos al patrocinio de las grandes entidades, no hay que ser estrechos de miras".

jueves, 24 de julio de 2014

Verruga en la nuez y leche de higo, improvisación poética de tradición oral en Cantabria, la yesca del corazón y barcos que van y otros que vuelven

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Me ha salido una verruga en medio de la nuez. Pregunté a mi tía Geniuca. Me dijo que con leche de higo se quitaba. Desde entonces siempre que puedo me la echo. Hay una higuera de camino al trabajo, por la pasarela de las estaciones. Esta mañana me he cruzado con una chica que yo diría era quechua. Me estaba echando la leche de higo en la verruga. Se me ha quedado mirando con cara de "pero este tío qué está haciendo". De indígena a indígena, he callado. La verruga se está yendo.

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Hace tiempo comenté que en Cantabria también existió improvisación poética de carácter oral. Incluso piques, tipo regueifas gallegas o las controversias entre bertsolaris, tan oportunamente actualizadas (solo hay que ver el documental Bertsolari). Así lo demuestran los libros de Pedro Madrid, el libro sobre cantares cazurros de Cossío, el capítulo dedicado a Polaciones en Voicing de moment o la novela Rebelión, sobre todo ésta, donde hay una referencia explícita a estos piques (de noche, con el pueblo en fiestas, por cierto San Vicente de la Barquera, dos mujeres en lid... verbal art puro y duro). Pero qué digo. Sigue existiendo. Yo mismo he asistido a un pique entre familiares del novio y de la novia en una boda bastiana. Por cierto que la voz cantante la llevaban las mujeres. Hace tiempo, cuando lo comenté, puse el ejemplo de una coplilla empleada por mi abuela en respuesta a un requiebro de un vecino, me parece. Algo de una pera podre, no lo recuerdo. Resultó, según supimos gracias al comentario de un lector del blog, que la coplilla no era original, sino muy conocida en el ámbito panhispánico. Mejor aún. La reutilización de melodías y de letras es norma en la improvisación poética de tradición oral (que se rige por parámetros distintos a la lógica del libro, donde hablaríamos de usurpación o plagio). Que la batería de rimas es la parrilla de los versos (el trovo alpujarreño es un ejemplo claro en este sentido) y que ésta es limitada, por mucho que actualmente se esté expandiendo (entre vascos sobre todo), no hace falta discutirlo. Que sea lícito reciclar versos ya es otro cantar. Caso de hacerlo, ¿hablaríamos de improvisación? Por qué no. Estaremos de acuerdo en que se puede recurrir a lugares comunes, a temas, a topoi retóricos sin perder el carácter repentista (de hecho la improvisación se nutre de estos lugares comunes, a los que puede actualizar o no, dependiendo de la habilidad del poeta). Y puesto que a veces estos temas están encarnados en versos concretos que residen en el reservorio de rimas tradicionales del individuo (incardinado en la comunidad), puesto que la identidad entre tema y verso "precocinado" es total, también será lícito recurrir a éstos. En el pique que recordaba mi abuela, que recordaba parcialmente, todo estaba pautado, si me apuráis: el encuentro, el encuentro en dónde, entre quiénes, si jóvenes o si solos o si vecinos, etc. El pique era de esperar. Los versos empleados eran versos a emplear, versos también esperados, versos ahí puestos para eso, guardados en la recámara para ese contexto. Pero no todos serían versos de segunda mano. Una tía mía recuerda unos versos aparentemente improvisados en los que sale ella. Mejor prueba no hay. Los piques son así. Quizá debamos establecer gradaciones. Estoy seguro que en los piques de finales del s. XIX en San Vicente de la Barquera se reciclaban versos (incluso el uso de versos conocidos podría ampliar las resonancias de la composición) pero también estoy seguro que se creaban otros en el momento. Puede incluso que hubiera ocasiones en que todos los versos empleados eran creados en el momento (no sé si este caso es el ideal, puesto que entiendo que la improvisación tiene que tirar de lo conocido, también por lo que respecta a las letras, por lo que una composición toda nueva no sé si se podría dar y caso de darse no sé si sería una anomalía antes que una meta). De lo que sí estoy seguro es de que no podemos esperar una improsivación que prescinda de todo (de rimas tradicionales, de versos anteriores que vengan al caso, etc.), no podemos esperar una improvisación sin red, mejor dicho, una improvisación no ya sin red, sino sin trapecio. Sería una improvisación, llegado a un extremo, tipo poesía fonética tan de moda en los setenta, una poesía sin referentes, sin agarraderas. Y ni aun así (si no eras un progre tampoco lo entendías). No podemos medir la improvisación poética de carácter oral con la regla de la poesía culta de tradición libraria, porque saldría mal parada. Es lo que se ha hecho, cuando se ha hecho (como Cossío con sus cantares "cazurros"), hasta ahora, y es por eso que la poesía tradicional es poco valorada o, en el mejor de los casos, que se ha relegado al arcón de lo anacrónico, de lo folkie. Yo no quiero leer poesía de tradición oral (qué importante el libro sobre el Nansa de W. Christian, pero qué mal). O si la tengo que leer, que sea en un libro electrónico. Y si es en un libro electrónico, que no sea en un PDF cutre, sino en uno virtual, en un libro 2.0 Las nuevas tecnologías pueden ser la salvación. O nos subimos al tren ahora o tendremos que decir adiós definitivamente.

Lo que quería decir (aunque parezca mentira no era lo anterior) es que el reciclaje de piedras en nuestra arquitectura tradicional, el coger esta piedra que se ha caído aquí para levantar un muro allí, sobre todo esta piedra que parece tan bonita con esta talla, antiguo dintel ahora jamba, antigua estela actual sillar, es un reciclaje parecido en todo, mutatis mutandis, al reciclaje de melodías y letras en la improvisación oral: son piezas que ruedan de casa en casa, de pared a pared, de boca a oído. No dejan de ser casas nuevas... sujetas al patrón de la arquitectura montañesa; no dejan de ser composiciones poéticas improvisadas... sujetas también a coordenadas montañesas.

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Pero hombre, ¡que te vas a quemar!

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A China en barco, Félix fue feliz. En una casa de Valtierra (Navarra).

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Foto de uno de los carteles que pusieron en las vallas de los jardines. Los quitaron al segundo día. Las proporciones, obviamente, están mal calculadas. Sin querer.

miércoles, 23 de julio de 2014

Los Meones

Lo de Centro Botín imagino que vaya con intención. Con Centro se quiere decir, doy por pensar, algo más que el propio edificio que se está levantando en la bahía. El Centro Botín quiere ser el nuevo centro de la ciudad. Y el nuevo centro incluye los Jardines de Pereda. ¿Públicos? Sí, bueno. Nos dejan entrar. Pero cuando nos dejan.

No he tenido oportunidad de pisar los nuevos jardines porque me lo ha venido impidiendo primero una valla y después una cadena de voluntarios del banco, pero sí que he pasado ayer mismo en coche, a última hora. Me he podido fijar en la fuente de los meones (procede del jardín de una antigua familia santanderina, la misma que tiene en su casa del Paseo Pereda dos pajes en el balcón, pajes que son del mismo escultor que los meones, por cierto; he puesto aquí fotos del calzado de los pajes, por si sentís curiosidad). La fuente está colocada en el centro de una especie de ruedo azul perfectamente delimitado por parterres que ni se te ocurra pisar. El nuevo jardín va a ser cierto que está bien diseñado porque todo el mundo toma la curva del ruedo azul en el mismo sentido, según pude observar. Nadie se sale del caminito trazado, todos entran por donde se debe y salen igual, por donde toca, cumpliendo el ritual inconsciente (inconsciente para los que lo cumplen, pero no para el que lo ha diseñado). Es un jardín que tranquiliza. Lo digo sin segundas. Todo fluye... en la misma dirección. Veréis qué pronto se llena de gente comiendo el helado.

Ahora llama la atención, todos como en una noria. Pero pronto dejará de hacerlo. Los meones ayer se meaban de la risa, pero se secarán. Pronto asumiremos los roles, no tardaremos en hacerlos nuestros. Incluso estas palabras mías de hoy parecerán entonces extemporáneas. Cuando ésto ocurra, cuando estos párrafos parezcan extraños, peligro, es que ha caído una defensa.

Decía que ayer pasé a la salida del trabajo por los jardines, en coche. De lejos me pareció sentir las trompetas de la plaza de toros. Pero antes de poder confirmarlo me sumí en el túnel del nuevo centro, tan oscuro como los otros, tanto como todos.

martes, 22 de julio de 2014

Piedra reutilizada en Olite, esconjuros, etimología de Bardenas Reales, picayos cabuérnigos y el norte grabado en la bolera de Sopeña

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Muchas veces hemos hablado aquí de la reutilización de piedras en nuestra arquitectura popular. De hecho, el reciclaje de piedras forma parte de nuestra lógica arquitectónica, de la lógica de nuestras casas (si se caen las paredes el alma de madera queda intacta) y de nuestros pueblos (las piedras ruedan de casa en casa durante siglos, sobre todo si están historiadas, de tal manera que no podemos decir que una casa sea medieval solo por tener una saetera, pues la saetera ha podido pasar por tres o cuatro casas antes). La foto que pongo a continuación está tomada en Olite (Navarra):


Yo creo que en su origen estuvo en una carnicería. O que el carnicero reutilizó una piedra anterior para tallar en ella sus útiles de trabajo.

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La siguiente también está tomada en Olite:


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Puerta de quiciu en Valtierra, pueblo del sur de Navarra, en los pernales de las Bardenas Reales, en una casa exacavada en la roca. Hay muchísimas. Sorprende. Están prácticamente todas abandonadas. No sacan ningún partido de ellas. Es un valor turístico de primer orden. Incluso cuesta que reconozcan que existen. Todavía hoy parecen sentirse avergonzados. En la cartelería del pueblo no hacen más que repetir que en el siglo XVI hubo un noble muy malo que los tuvo a todos sumidos en la miseria. Me da a mí que estas cuevas son más antiguas. Lo del noble, sin dejar de ser cierto, estoy por asegurar que se trata de una explicación que han buscado recientemente para autoexculparse. Pero no hay nada de lo que avergonzarse. Deberían aprovechar este potencial ya.


Por cierto, bardenas parece haber sido una palabra de uso corriente hasta hace no mucho. Hay una calle en Valtierra que se llama las bardenillas, por ejemplo. Quizá bardenas tenga algo que ver con bárcena (el espacio comprendido entre un monte y un río), del latín MARGINEM, el límite de algo. Yo apostaría a que sí.

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Picayos en Sopeña de Cabuérniga, 2014. Los Picayos cantan a la Virgen (o a alguna autoridad física o espiritual) pero sin olvidar la actualidad. Mucha gente. Pasa en estos pueblos: cuando recita el trovador, cuando se cantan los picayos, la gente atiende, se muestra muy interesada. Todavía. Un éxito.

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Cuando era chico nos dio por escribir nuestros nombres en el muro de la bolera de Sopeña con clavos y piedras. Algunos, los más virtuosos, incluso grabaron figuras. Me acuerdo de una hoja de plátano que grabó El Botas (porque a veces las llevaba de distinto par) también conocido como El Nabu (porque una vez jugando a Tres Marinos en el Mar le entró hambre y se comió un nabu de una huerta), una hoja preciosa, con su nervadura y todo (es curioso el paso de la hexapétala tradicional a esta hoja en detalle, el paso del patrón colectivo a la iniciativa indivual). Hoy es uno de los mejores gaiteros que hay, y de los más innovadores (quizá de aquí, de su personalidad, provenga la decisión que tomó de tallar la hoja tradicional pero otra).

He vuelto a Sopeña por el Carmen y he visto que alguien ha grabado una flecha que indica dónde está el norte. Por si alguien andaba perdido.


jueves, 17 de julio de 2014

Escurrir y acurriar, esquileñu, nombres del 37, dudas sobre qué hacer e intimidades de una braña suiza

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- Geniuca, ¿y qué es escurrir?
- Escurrir es subir las vacas - y levanta la mano-; y acurrialas - abaja la mano - es abajalas: escurrilas y acurrialas - subi y abaja la mano.

Escurrir, en sintíu más moernu, es tamién acompangar a alguien de la que va a daque sitiu, a una moza a la puerta sú casa, pinto´l casu, o a un amigu al dintista o a tú tía a casa.

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Esquileñu es trepa. Vien d´esquilu, ardilla. La muestra palabra acabildra col asturianu, gallegu, portugués, catalán... Es de tueru griegu. Ardilla es de tueru árabi. El castellanu esquirol es un catalanismu.

Nu hay un patrimoniu lingüísticu inmutabli al que daque rilochos estemos escastando, no. El muestru patrimoniu lingüísticu es, por cima de tóo, una lengua. Y pa que lo siga siendo tien de ser p´adaptasi, tien de mutar. Esquileñu = trepa es una prolongación contemporánia d´esquilu. Paez cumu si pol jechu de ber síu incluíu en un palabreru (el "Léxico cántabro" me paez) esquileñu ya tuviera carta de naturaleza, es dicir, cumu si pa que naidi diga que daque palabra está enventá tuviera ésta qu´estar en un palabreru escrito jaz venti años. Nou. La lengua jacémola ente tóos a toas horas.

Leo en un libru n´asturianu d´esti añu "poviseru" en tal de ceniceru o "mazcar chicle". Es asina cumu se jaz lengua: usando traela al presente (acurriándola al presente), acompangándola al juturu (escurriéndola al juturu), cualquiera que sea ésti, quin quiera que lo jaga. Nu es necesariu ser un ancianu pirdíu polas camberas de dios pa estar legitimáu pa jacelo. Nu es necesariu llevar dengún carné d´intidá ena boca. Puei jacelo tamién un brocker del Bancu Santander. ¿Por qué no?

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Tengo daque fotocopias del diariu El Cantábrico despardías pola mesa. N´una leo la esquela de Policarpo Mera Armas, milicianu de Solaris, muertu a los vinticincu años d´edá. N´otra pon: "El juicio que debía haberse celebrado ayer, en causa seguida contra Luciano Revuelta Gutiérrez, Eusebio Vergara de la Vega y Tomás Martínez Mantilla, por el supuesto delito de espionaje, ha sido suspendido hasta el próximo jueves, día 26, por no haber comparecido los testigos de cargo".

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- ¿Qué váis a jacer vós? - prigúntamos Geniuca.

- ¿Y vós? - ritrúcalis Maliuca.

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"En la habitación, el porquero, lápiz en mano, anota en la parte interior de la puerta del armario las existencias del verano. El lápiz araña la madera. El porquero ya no sabe si oveja se escribe con b o con v. Escribe oveja con b, piensa que abeja se escribe con b, de eso aún se acuerda, tacha luego oveja con b y escribe encima oveja con v. Pero no está seguro". Arbo Camenisch, Sez Ner (Xordica, 2014), p. 28. Es muy frecuente encontrar anotaciones (nombres, cuentas) y dibujos (hexapétalas, por ejemplo) a lápiz en las puertas, en los tabláos y en las paredes encaladas de las casas montañesas. Sez Ner es una novela muy interesante (nada que ver, de todas formas, con Puerca tierra de John Berger, Paniceiros de Xuan Bello, Obabakoak de Bernardo Atxaga, En salvaxe compaña, de Manuel Rivas, Les ruines de Xandru Fernández o con las prenovelas del último Manuel Llano) escrita desde una braña suiza. Es curioso que a nosotros nos hayan hecho creer que la ganadería extensiva no tiene futuro en Europa.

lunes, 14 de julio de 2014

La muerte de Franco a un año vista, topónimo de Liencres, magana, Virgen del Carmen en el Pesquero de Santander y toros en Tudanca

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"Hace un año que murió Franco. Se inició con ello, de una manera más decidida, lo que ya en la decadencia de Franco se empezaba a perfilar, la llamada reforma política, amparada en el legado franquista de la monarquía Juan Carlista. El intento ha quedado ya suficientemente caracterizado: se trata de ampliar la base social política de la oligarquía, remodelando el régimen fascista de cuarenta años de tal manera que llegue a parecer una democracia burguesa de estilo europeo, haciendo al pueblo las menores concesiones posibles, salvaguardando el estado sin que sufra ningún deterioro importante, salvaguardando también la hegemonía política del gran capital y, por supuesto, sin poner en cuestión el sacrosanto legado de la monarquía". Patxi Zabaleta, en Berriak, nº 10, noviembre de 1976, p. 33

(2)

En Liencris hay un barriu que apaez ena carteliría uficial cumu "El Londal". Lógicamente es "L´Hondal".

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Nel Pesqueru de Sanander.

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Nel Pesqueru de Sanander, ahier.

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En Tudanca organizan cada año, desde hace dos, una corrida de toros. Es lamentable. Recuerdo haber escuchado por la radio el año pasado al responsable. Decía que una viejuca se le había acercado para decirle que qué toros más malos, que mejor sí, que mejor matarlos. Claro, es que a los toros de lidia se les educa para que ataquen, para que sean animales peligrosos. Pero los toros en Cantabria, al menos en el occidente, son mansos. Se les deja ser mansos, por mejor decir. Yo mismo he visto a un crío dirigiendo a un toro tudanco enorme por las calles de Cabezón de la Sal. Y dirigirle por delante, marcando el paso. Una estampa íncreíble para un andaluz, se me ocurre, pero no para nosotros.

Una corrida de toros en Tudanca es un ataque frontal a todo lo nuestro. Es una falta de respeto enorme. No se me ocurre nada peor.

Pongo foto de los negocios que han sido engañados. Quiero creer.

viernes, 11 de julio de 2014

La leyenda de los Santos Patronos, armarios en el claustro de la catedral, zona de juegos de los Jardines de Pereda, Foncalada y casas en estelas vadinienses

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Mi abuela me decía que la "M" que dibujan las rayas de la mano es la "M" de "Muerte". Todos la tenemos.


La foto es de una reliquia conservada en la Catedral de Santander. Creía que era de uno de nuestros Santos Patronos, pero parece ser de San Germán.

A propósito, dicen que los restos de San Emeterio y San Celedonio llegaron a la actual playa de La Magdalena en una barca de piedra. La Magdalena era la Isla de Hano y La Magdalena una capilla de la que se conserva la planta (hace unos años se publicó en prensa que un vecino iba a barrerla de vez en cuando). La barca de piedra hace referencia a una barca con ancla de piedra, no a otra cosa. Lo mismo se dice de Santiago en Galicia y de otros muchos santos atlánticos. Dicen también que La Horadada se abrió a su paso. La Horadada se vino abajo el año que se celebraban los 250 años de la ciudad. Mal fario. La Horadada es un topónimo de lógica castellana que se contrapone a Puente Joráo, en Cueto, de lógica cántabra. El Puente Joráo, también conocido como Puente del Diablo, se cayó hace un par de años. Aquí no se salva nadie. Todos tenemos una foto encima del Puente. No sé quién, quizá el ayuntamiento, publicó tampoco sé cuándo una versión de esta leyenda santanderina a partir de un manuscrito escrito en un "extraño dialecto leonés" probablemente, según su compiladora, porque el monje "era leonés". Se regaló en la Feria del Libro del año pasado. Ya no quedan ejemplares. Me quedé sin uno. Pereda recoge la leyenda de que la barca de piedra estaba oculta en una cueva que había en los cimientos de la catedral. Se podía asomar a esta cueva desde una grieta que había en el callejón situado entre la catedral y el castillo de San Felipe, cuyos cubos están bajo los Jardines de Pereda o estaban antes de las obras del Centro Botín. Decía Pereda que se escuchaban gritos. Tras el incendio de los cuarenta se remodeló toda esta parte de la catedral (toda la que da al Banco de España es completamente nueva) y desapareció la cueva. Los restos de los Santos se conservaban en una cueva, otra, que había en los cimientos de la Iglesia del Cristo, la que está bajo la Catedral (este juego de niveles es precioso) que resultaron ser los restos de unas termas romanas. ¿Qué sería esa cueva de la que da noticia Pereda? ¿Restos romanos, también? Toda la potencia arqueológica de Santander quedó machacada con la reconstrucción de la ciudad tras el incendio. Mejor dicho, la macharon las palas excavadoras (se puede apreciar el intento de convertir Santander en una ciudad mesetaria en el salto que hay entre la Calle Alta y la catedral, que no es natural). Lo que queda está en el Cabildo de Arriba, en ruinas o asolado. Nunca se va a excavar no sea que aparezca algo. Nada nuevo, este manto de silencio. Preguntados los vecinos resulta que hubo un argayo bien reciente, ya en la posguerra, que se llevó por delante todo lo que hoy es el Parque del Agua, el Cabildo de Arriba a sur, por encima de la boca del Pasaje de Peña (cuyas obras el arquitecto municipal se negó a dirigir porque tenía miedo a que se hundiera, como probablemente ocurra tarde o temprano). Murieron varias personas. No aparece nada en prensa ni en ninguna otra parte. Solo lo recuerdan los vecinos. Qué buen artículo saldría para Enfocant.

(2)

[Eliminado por intrascendente]


¿El árbol de la ciencia? En el claustro de la catedral.

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Cartel de la zona de juegos de los Jardines de Pereda:


Me he colado. La ola que dicen es la típica red que en lugar de tener forma de monte, como en Cazoña o La Magdalena, tiene forma de ola. Podría estar en cualquier Chiquipark y no llamar la atención. No he visto más. A lo mejor es que falta. ¿400.000 € que ha pagado E.On por esta zona de juegos? Por cierto, si véis que el ayuntamiento, que somos todos, aparece por alguna parte me lo decís, porque yo es que no lo he visto.

[He eliminado un par de párrafos intrascendentes]

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Fotos de Foncalada, en Oviedo, fuente del prerrománico asturiano declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO:




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Casas en estelas vadinienses:

lunes, 7 de julio de 2014

El gurriatu

Dumingu pola mañana. Sal el sol, espiértamos el gatu alampáu por un pocu chofle, miaga que te miaga, toma ración, jacemos un pocu bañu, acaldamos la casa y mos vamos al Carrefour del Alisal, casi es megudía ya, a jacé-la compra: yugur, lichuga, una cajuca arocifrán, pirijil (el que tenemos plantáu nel balcón nu es pa medrar), palumitas, lechi enteru La Bien Aparecida, un pocu carni picáu, mocejones en lata, dellas roanas de merluza (¿o panga?), ect.

Del jilu musical surdi música lentu. La temperatura, la óptima. Sacámonos los jarsés. Luz, la d´un día natural. Nu hay relor a la vista: el presente es, aquí, sepiternu. En juntu, el súper se mos jaz un lugar ajallaízu.

Los súper son las junorias contemporánias.

Compramos segli. Compramos por demás. Col carru combláu, que resmea, empontigamos cara la pasteliría. Apetez recoclasi un pocu, cumer un cuchiflitu o daque d´azúcar. Pero évate que de caminu sintimos una cantarazaña que mos deja esteláos. ¿Gurriones? ¿Aquí? Sí, pola estantíría l´azaiti. Estarán a veer si ajuyan daque voquibli, digo. Pero no: es que un pajarucu s´entolló ente las cajas o las botellas, puriáhi. Los gurriones labarintos son los padres.

Vo a buscar al encargáu. Alcuéntrolu. Cúntoselo. Escúrreme, allegamos a la zona l´azaiti: subi a un palé, jorrica daque cajas, da un par d´esmengones a otras, jaz "chup, chup" (al hombre debi gustali la caza y es asina cumu engaña a los patos, nu sé) pa veer si el pájaru sal, esmiga una galleta... y dal y sigui y venga... espienza a remanacer un gentiríu de curiosos. Oi, mira, que vamos a siguir cona compra, ¿val?, dicimos al encargáu. Es que tuvía nu hemos cumíu. Bien, bien, respuendi, gracias pol avisu, mos diz, y allá que lu dejamos, aquedando al pajarucu esmanáu.

De sinciu de pastel, ni un res. Terminamos la compra amurriáos. Vamos a la caja. Piiii, lichuga; piiii, pirijil; piiii palumitas...

- ¡Hola!

L´encargáu. Estamos copáos. Aquí mos dan las uvas.

- ¡Home! ¿Qué, y cómu acabó tóo? - pusiendo cara d´estar ajambráos, juera esparajismos -. ¿Héislu alcontráu?

- Bien, bien, sí. Sacámolu d´ente las cajas. Llevámolu al patiu de àhi trás pero cumu lluvía nu era pa volar. Mitímolu dentru. Y nu es que nu juera pa volar, cumu camentábamos, es que nu supía. Lanzámolu al airi, pero entós cayó por trás d´una estantíría.

- ¿Y?

- Y allá quedó - conclúi -. Güenu, que cumáis bien - da media güelta con muchu remangu y esapaez pol carreju´l detergenti alanti.

- Gracias - gutos.

Salimos. Ya nu lluevi pero sopla un ris malu, malu. Vamos al cochi emburriando´l carru, de cirinéu. L´aparcaeru nu está asocáu. Gulvemos a ponemos los jarsés. Pero camiento que nu vamos a ser pa tornar el fríu.

jueves, 3 de julio de 2014

(), Morecar, clavos remetidos en las tablas del suelo e interior de cuarto de sala

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Juimos entardahier Raquel y yo a una conferencia "performática" entarajilá pola galiría Nuble na Filmoteca de Cantabria. Resultó una conferencia vana, diliía, col megoyu esapaicíu.

Coje un papel en blanco.

Míralo.

Imagínate dentro.

Arrúgalo.


Es tolo que me sugirió, la conferencia.

Raquel - prigunto - ¿cómu acabarías tú esti testu? - A veer si somos p´alcontrá-la solución anantes d´allegar a casa. La morrina paez querer escurrimos. - Quiciás Arrúgalo... Y n´otra línia: ¿Dónde estás? Y n´otra más: Espacio exterior... (Pausa) Puei, puei... - mascuño. Es que Espacio exterior me tien rilochu, trespusiendo y gulviendo, trespusiendo y gulviendo... ¿Que se te jaz a tí, Raquel? - prigunto arréu.

El lloréu espienza a trucar en chaparrón. Qué chupa.

No me gusta - respuende. Y más ná. Está cona conferencia ena cabeza, cudo. El rumiu mental l´abstrái.

¿Un perrito en Santa Lucía?

No.

No li gusta, definitivamente.

El problema es qu´espienza bien - continúu dijendo - pero nu tien distinu, es un testu qu´está a la balda, esnortiáu, ¿nordá? - pero ella sigui güelta pa dentru, cumu cuando matas a un pulpe. - Pero es guapu y évate qu´ési es el problema - sigo: que por ser guapu paez que hay qu´escribilu, que hay que terminalu, aunque nu sea pa tresmitir ná, el testu, paez que hay que terminalu solu porque espienza bien, aunque nu sepa a ónde quiero dir con él.

Aliendo.

Cumu si la jorma estuviera por cima´l continíu. Y no.

Enrebizcáu, ya.

Es un testu que nu merez ser escritu porque nu diz ná, y ya está. Lo que tien de guapu es una marruya.

Apreta l´augua.

Y tú qué opinas - prigunto.

Que sí, que mejor no lo pongas en el blog.

Asina que, quiríu lector, imagina qu´el testu de la hoja en blancu de más arriba nu está. Imagina solu la hoja en blancu. Y abora que la hoja está erma, que nu hay testu, imagínate onde quieras, dentru o juera, nu importa ónde.

(2)

Un artista de los setenta, no recuerdo el nombre, levantó una torre de libros. Echó los libros al río. Los recogió corriente abajo. Recompuso la torre de libros. La torre resultante no se parecía a la primera torre.

Eso es lo que hacemos aquí con el montañés.

Hay gente interesante, como un tal Morecar que se mueve por twitter (seguro que también lo hace por otros foros reales y/o virtuales, pero no estoy yo muy puesto), que me gustaría intentara comprender nuestra postura, la de los mejillones, la de los que intentamos filtrar un océano imposible de filtrar.

Ya sé que hay cosas, por no llamarlas palabras, que escribo (a veces) que no se han escrito nunca (como pijín por pejín) o que extiendo a contextos inéditos (con lo que se pueda quedar por el camino) pero todas responden a unas normas que son la clave del asunto; normas en cuya fijación (necesaria) estoy seguro Morecar tiene mucho que aportar. Ojalá.

Por cierto, aprovecho para felicitar desde aquí, por lo que valga, a la persona que está detrás del wickionario cántabro, a quien no conozco.

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Interior de cuartu de portal en casa mariñana según reconstrucción del Museo del Pueblo de Asturias de Gijón.

(4)



El balcón suele comunicar con la sala. La sala puede tener un cuarto lateral. Si la casa es potente este cuarto puede tener una ventana en el hastial. Esta ventana suele estar enmarcada en piedra de sillería. He puesto fotos del exterior de estas ventanas laterales "de prestigio" en entradas anteriores. Ahora pongo la foto de una de estas ventanas por dentro. Está tomada en una casa asturiana. El asiento de piedra adosado es frecuente.

(5)


Clavos remetidos en las tablas de piso superior de casa asturiana para evitar trabones con los escarpines.

Algunas palabras de mi abuela recogidas por Suca y 2

- Majoma: Expresión de contrariedad, como decir "¡caramba!" (esta palabra viene de Mahoma).
- Marruya: Barullo. Trampa, acuerdo ilícito en el juego o en los tratos.
- Medianil: Pared o muro con vecino.
- Megoyu: Miga de pan. El eje central de un asunto.
- Meleru: Lugar donde fabrian las abejas la miel en el monte, p.e. un tronco, una roca, etc.
- Merita: Raza de oveja ¿merina?
- Mestura: La mezcla de harina de maíz con un puñado de harina de trigo usada para amasar la torta de maíz.
- Miñegu / Miñega: Natural de La Miña.
- Morenales: Estructura vertical de piedra con agujeros en los que encajan las palancas de madera que cierran las fincas. Si son de madera se les llama istiales.
- Moriu: Pared de piedra en seco.
- Moruga: Lombriz de tierra. Oruga.
- Pelatu: Porción pequeña de lana de oveja que se lleva el viento (vid. el carmuniegu peblatu en una entrada de más atrás).
- Perros: Renacuajos.
- Piscuecera: Tortícolis.
- Pitanu: Pito o pico de un recipiente por donde se bebe, p.e. botijo, porrón, etc.
- Pontalla: Puente de madera, pequeño. Pontón es el puente de un solo arco.
- Puriabajo / Puriallá / Puriarriba: Por abajo, por allá y por arriba (Nel, de Garabandal, decía puri àhi).
- Ralu: Que está muy líquido, más de lo que debiera.
- Rebuscu: Segunda visita a la finca o al frutal, después de haber cosechado, para recoger lo que haya quedado.
- Recalcón: Esguince.
- Recoclar: Aposentarse bien mientras otros trabajan. Ejemplo: "Mientras tú friegas yo estoy bien recoclá".
- Recoclear: Estar pendiente de alguien. Sinónimo de Teclar.
- Rucear: Rociar.
- Ruciá: Helada. Rocío mañanero.
- Sepiternu: Algo para toda la vida.
- Solejá: Haber tomado mucho sol y estar colorado. Que te dio un ojo de sol.
- Sorripiar: Limpiar el terreno para plantar. Prepararlo.
- Toberu: Mujer tocha e irreflexiva, que le gusta llamar la atención.
- Trenca: Palanca de madera que se pone detrás de la puerta para que no se pueda abrir.
- Tueru: El tuétano del repollo o berza, recién cortados.
- Vana: Vacía. Ejemplo: "Casqué una, casqué dos y todas salieron vanas". En referencia a las avellanas.
- Varriescazu: Golpear con una vara fina que se ciñe al cuerpo.
- Viras: El líquido que suelta el queso fresco.
- Yezas: Ramos trenzados de panojas que se colgaban en las vigas o en los desvanes para que fuesen secando. Cada yeza tenía un metro y medio de largo y más de cincunta cm. de ancho. Las panojas que no se trenzaban se esparcían por el suelo del desván o soberáu. A veces decoraban los balcones. (Importante la referencia a los balcones y las panojas en ellos exclusivamente como decoración).
- Zarce: Juncos de las leras, en las orillas de los ríos, que cortaban mucho los gitanos para hacer cestos de mimbre.
- Zarzu: Especie de trono, hecho de rústicas varas de avellano, utilizado antiguamente para sacar a las personas mayores o impedidas a tomar el sol. Por su capacidad a veces era usado también para sacar los vellones de las ovejas a secar al sol.

Mi abuela era de San Sebastián de Garabandal. Casó en primeras nupcias con un señor del Nansa y en segundas con mi abuelo, cabuérnigo. En Cabuérniga pasó la mayor parte de su vida.

He dejado fuera muchas palabras que no aportan nada nuevo, como macona, magaña, majuelu, marcia, mataúra, mayueta, melanes, mirueyu, morrina, pusiega, puvisa, rampla, salenguana, tresnáu, tresponer, triscar, zaguatar, zuna, etc.

martes, 1 de julio de 2014

Algunas palabras de mi abuela recogidas por Suca (muchas de las cuales sigo usando yo)

- Abisiniu: Muy feo. De cara difícil.
- Abocar: Que ya se le ve de lejos. Ejemplo: "Manuelucu aboca pola curva".
- Acurriar: Regresar al hogar. Recogerse. Se usa lo mismo para personas como para animales.
- Ajayaízu: Lugar donde te encuentras a gusto.
- Ajogaízu: Que te ahogas.
- Ajuegase: Ahogarse. Atragantarse.
- Ajuyar: Buscarse la vida para intentar sobrevivir buscando alimento, lo mismo para personas que para animales. Ejemplo: "Los mandó que fueran al práu X a ver si ajuyan algo porque los pobres tenían hambre".
- Apailáu: Ensimismado.
- Apicapuntu: A la hora. En el momento oportuno. Puntual.
- Asocáu: Protegido del viento (más específico que asubiu, que es ponerse a resguardo de las inclemencias del tiempo, en general).
- Atelecer: Tiritar.
- Atiricíu: Aterido.
- Bordeguises: Borceguíes. Zapatos un poco abotinados.
- Bringas: Astillas.
- Capirota: Gorra o capucha.
- Cillatu: El primer chorro de leche que sale al ordenar la teta de la vaca, oveja o cabra.
- Cirriatu: Cintajo o cordel para atar cualquier cosa, ya sea un zapato, el pantalón, etc.
- Cocoya: Lo más alto, la cumbre, la cima.
- Copáu: Cogido. Sin salida.
- Curitu: Estar desnudo (obsérvese que al menos en el Nansa se emplea esnugu para "desnudo").
- Curizu: Tembloroso y agarrotado por el frío. Con el cuero (la piel) entumecido por el frío. Ejemplo: "Ábrele al pobre que está curizu".
- Cursu: Culo. Ejemplo: "El cursu del pollo".
- Dencima: Encima.
- Empedregá: Cambera llena de piedritas pequeñas que pueden provocar un patinazo (obsérvese que para los caminos empedrados se emplea encacháu).
- Entarajilar: Preparar o colocar las cosas necesarias antes de hacer la faena. Ejemplo: "Tengo la ropa entarajilada para ir a misa".
- Espeluzniáu: Con los pelos despeinados (hispíos es cuando están de punta).
- Espurcia: objeto pequeño o astilla que se incrusta en el cuerpo por accidente.
- Espurriera: Acción de estirarse, especialmente al despertarse (una de las palabras a las que tengo más cariño).
- Estellar: Quitarle la leche a la vaca para que no mame más el ternero y empiece a pacer.
- Faisanes: Un tipo de alubia roja. Ejemplo: "Año de faisanes, ruido en los portales" porque se vareaba en los portales los sacos de las alubias que estaban secando y así las vainas se soltaban.
- Fogalera: Hoguera.
- Francura: Holgura.
- Gajucu: Foráneo, forastero. Para el ganado del puerto o para las personas.
- Galga: Freno del carro.
- Gazpitu: El corazón de la manzana.
- Gentiríu: Gentío.
- Gordor: Grosor.
- Gurar: Incubar las gallinas (21 días).
- Hispir: Esponjar (p.e. la almuhá).
- Hojá: Conjunto de hojas caídas y agrupadas, normalmente en otoño.
- Huéspede: Huésped. Hombre libertino.
- Higar: Higuera (tamién jiguera)
- Inritar: Irritar.
- Istollancase: Torcerse algo.
- Jaretu: Cuerda pequeña usada para llevar el ganado a la feria o para atar provisionalmente algo.
- Jarnaju: Comida desleída de tanto removerla. Mezcla de cosas o comidas (no es lo mismo que jatera, que es un montón de cosas desordenadas que ocupan espacio).
- Jijíu / Jujíu: Grito final tras la toná.
- Jorcaju: Horquilla (en Carmona jorcáu).
- Jumarru: Cigarro.
- Jumera: Humareda. Ejemplo: "Por la jumera encuentras la fogalera".
- Jorrascar: Ruido que se hace al pisar las hojas secas en el suelo.
- Jurriar: Hacer de vientre.
- Lande: Atado que se hacía con las hojas verdes que se quitaban al maíz para que le diera el sol a las panojas y que se echaban a los animales como alimento.
- Lavatu: Higiene rápida, como la del gato (Nel, en Garabandal: "vo a jacer un pocu bañu").
- Ligartesa: Lagartija.
- Llambriazu: Varazo.
- Luétaga: Lechuza (también nuétaga).

Los comentarios entre paréntesis son míos. Bueno, lo dejo aquí, en la /m/, otro día sigo.