- ¿Para qué quieres la sal? - preguntó Christine.
- Para que salgan las morgueras - contestó Jacobo.
Jacobo empezó a caminar agachado, con los pies metidos en auténtico lodo.
- Ése es un agujero de almeja, ése es uno de berberecho y éste es uno de morguera.
- ¿Te importa que te pregunte qué es una morguera?
- ¿Y a tí te importa que te pregunte de dónde eres? - dijo Jacobo, concentrado desde hacía un rato en un agujero especial.
- Nací en Arlés, en Francia, pero viví en Mallorca hasta hace dos años. ¿Qué es una morguera?
- En los restaurantes de turistas las llaman navajas.
- Me alegra saber que me las he comido sin saber lo que eran - contestó Christine mirando el cogote indiferente.
GÁNDARA, Alejandro: Nunca seré como te quiero. Ediciones SM, Madrid, 1995, p. 82
En Torlavega, a este bichu lo tengo conocido como "muergu-os".
ResponderEliminarY por Puertochico se usaba más muergos tb, al menos eso es lo que oí siempre en mi familia :)
ResponderEliminarEl muergu es más grandón que la morguera: http://depriendi.wordpress.com/2010/10/22/op-alcordanza-2-mariscu/
ResponderEliminarEl género en cántabro es importante. Concierne, también, al tamaño. Si grande, femenino; si pequeño, masculino. Ej.: botella / botellu. Lo que empieza a ser norma (diglosia previa a extinción) es que el término autóctono se aplique a crudo (vivo) y el castellano a lo cocinado. ej.: esquila / quisquilla. Es un ejemplo paralelo al inglés pig / pork.
ResponderEliminarEl géneru afecta al tamañu y, tamién, a la calidá, de àhi que morguera sea más chica, pero más fina (y rica).
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