martes, 29 de enero de 2013

¿Que lleve barba es síntoma de tener una cuenta de banco abierta en las Barbados?

 
Se dirige hacia la derecha, hacia adelante, siguiendo el sentido de lectura occidental, mirando a los ojos del que mira la foto, que queda un poco rezagado, dejándole paso. Por la derecha entra la luz, a cuyo foco se dirige. Queda a nuestra espalda, aunque no del todo. Si también queremos alcanzar el foco de luz, basta con que nos giremos y le sigamos (en el lapso de tiempo que dediquemos a girarnos, él ya estará allí, esperándonos). El fondo se divide verticalmente en dos: el que deja atrás, un marrón que podría ser oscuro pero que es claro, y el gris que le espera. El gris no es un color positivo, es un color por hacer, pero éste está bien iluminado. La frontera, el  corte entre el marrón claro y el gris iluminado es evidente. Pero todavía hay más marrón que gris, todavía hay más de lo que ya empieza a ser pasado que de lo que está por venir. Cuando llegue al foco de luz, cuando gracias a él recibamos la luz (que, ojo, no nace de él, sino que es él quien nos la facilita; aquí el chico no deja de ser comedido), tendremos noticias, seguro.
 
La fotografía no está trucada, responde fielmente a la realidad... una realidad que sí lo está. 
 

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