Luz la luna llena, espléndida, a la mí isquierda. Pero la mí sombra espúrrese cara la isquierda, a buscu de la luna, cuando tindría de ser al revés, ajuyir d´ella, de la luz que d´ella me allega. A la mí derecha, una ringlera de farolas, quiciás no tan espléndidas, pero más efectivas.
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