martes, 7 de mayo de 2013

Entrañas



En Carmona se ha venido abajo una antigua casa llana. Puede tener quinientos años, fácil. No es en absoluto frecuente poder apreciar la estructura de una casa de este tipo, primero porque quedan muy pocas y segundo porque las que quedan no tienen su estructura a la vista. Este caso es excepcional.

Parece como si la piedra y la madera estuvieran enfadadas: se ha caído la pared casi por completo pero la estructura de madera permanece intacta. Esta disociación entre ambos materiales remite a una época en la que comenzaba a triunfar la piedra como material de construcción. Otro día escribo sobre este tema al que estoy cogiendo gusto gracias al libro Descubriendo el paisaje autóctono, de John Brinckerhoff Jackson (2010).

Las fotos no se pudieron hacer mejor.

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