El otro día estaban venga a anunciar en La Ser Cantabria la obra El Pimiento Verdi, título puesto por Albert Boadella en clara referencia a Giuseppe Verdi, a quien se trataba de homenajear, pero la locutora era tan profesional que sin excepción decía El Pimiento Verde, con /-e/ de no vaya a ser que crean que soy de pueblo.
El error no es suyo. Es de quien nos hace creer que hay un estándar del que es imposible apartarse. No, tampoco. El error es de quien fija un estándar excluyente. Y, para decirlo todo, no creo que se trate de un error.
Aunque siempre habrá despistados:
En el escaparate de una inmobiliaria que acaba de abrir en Lealtad hay ofertas colgadas y en algunas pone que la casa tiene holl, con lo fácil que hubiera sido poner recibidor, en castellano, o incluso patiu o estragal, en montañés.
Es como el chiste: "abora que ya sé dicir repontoriu va y lu llaman cándelar".
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