"¿Qué tal si empezamos a implantar en las administraciones públicas mecanismos sencillos de traducción obligatoria de todos los anglicismos que las infectan? ¿Qué tal si empezamos a puntuar o premiar en alguna medida, en cuantos proyectos concurran a convocatorias de ayudas públicas, a los que ostenten epígrafes en hispánico?"...
Enrique Álvarez, funcionario en el Ayuntamiento de Santander. Una página completa hoy en El Diario Montañés.
"Una gran parte de esta violencia tiene como protagonistas a personas de entornos culturales diferentes en este aspecto a los nuestros, donde el papel de la mujer es secundario y sometida al hombre; el 38% de los encarcelados por violencia de género son extranjeros"... [¿Y el 62% restante qué son, extraterrestres?]
Javier Doménech. Además de cardiólogo ha sido (creo) Teniente Alcalde de Santander. Otra página completa en El Diario Montañés de hace dos días.
El funcionario de Santander anda bastante acertado. Que casi un 40% de casos proceda de un colectivo de gente que constituye un porcentaje muy inferior de la población es bastante indicativo de algo.
ResponderEliminarQue ese algo sea una especie de tabú, políticamente incorrecto decirlo o, simplemente, discutibles sus razones ya es otra cosa.
Jázseme a mí.
Todo lo que no sirva para acercar, no vale.
ResponderEliminarSiempre se pueden buscar excusas: el autor lleva apellido catalán, ¿será de aquí?, ¿no será calvo?, ¿y anciano?...
¿A cuento de qué andar contando cuántos son extranjeros y cuántos nacionales en las cárceles? ¿Y por qué no los que la tienen pequeña? ¿O los que son impotentes? ¿O los zambos? ¿O los analfabetos?...
Poner el foco en los extranjeros es ideología pura. Y de las malas.
Un tabú no es porque se ha publicado como tribuna en el periódico, pasando todos los filtros y sin generar ninguna reacción pública de repulsa. Invito a ver los comentarios de cualquier periódico digital sobre alguna noticia relacionada con extranjeros o el islam para ver con qué ligereza se expresan opiniones abiertamente xenófobas.
ResponderEliminarEs un goteo constante y va calando en la gente.
Peligro
Que en España la tasa de maltrato entre extranjeras es tres veces superior al de las españolas (incluyendo en estas a las nacionalizadas), ciertamente, no es tabú en el sentido que las propias instituciones lo han publicado.
ResponderEliminarNo le falta razón al articulista santanderino cuando advierte de esto.
Esconder la cabeza debajo del agua... peligro.
El de las triemes.
Lo que de verdad es peligroso es hacer apartaderos y meter en ellos a los cabezas de turco de turno, que hoy son unos, mañana pueden ser otros. No importa quién: lo importante es no hacerlo.
ResponderEliminarEnrique Álvarez presenta el libro "Un Dios no del todo cruel" el próximo lunes a las 19:30 h. en el Ateneo de Santander. No se me hace raro. Le va a presentar el director de El Diario Montañés. Tampoco me extraña.
ResponderEliminarTengo por casa un par de libros suyos y son horrorosos.
El dedicado a lo de Bastián paezte malu tamién?
ResponderEliminarEn cuanto a los apartaíjos, como con todo, son discutibles, aunque el punto de partida ha de ser no emplear dobles raseros.
De lo contrario nadie le daría vuelta a la llave al salir de casa. O, tocando más el tema, tampoco se hablaría de "violencia contra las mujeres" sino, sencillamente de "violencia", haciendo como que no viéramos que ésta es mayoritariamente ejercida por varones.
Pues sí, mayoritariamente por hombres. Y entre éstos, con más frecuencia entre extranjeros.
El de San Sebastián d eGarabandal lo tiene mi madre por casa, yo no lo he leído, no te puedo decir. Tengo un par de libros de relatos suyos y todos traslucen una educación católoca axfisiante que no me seduce nada...
ResponderEliminarSerá porque no soy creyente...
¡Al apartadijo!
Será porque no soy del PP...
¡Al apartadijo!
O porque me cuesta sentirme de Santander...
¡Idem!
Y etc.
;)
Lo que para el creyente es liberador es asfixiante para el no creyente.
ResponderEliminarEso es verdad, también que es el mayor abismo mental entre los antiguos y nuestras generaciones. Lo de la lengua es algo más bien adosado de forma accesoria a esa brecha.
PD: No te recomiendo eludir su lectura, prejuicios juera ;). Dejo mejor plantau ahí el tema, que va ya por derroteros demasiado jondos.
Soy familia.
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