Llegó mi madre el otro día con una cesta de manzanas cabuérnigas. Sobre manzanos y sus frutos hay mucho en este blog.
No siempre fue todo prado, bien lo apunta Marcos Pereda en alguno de sus estupendos artículos.
La diversidad de origen es un valor a recuperar. El pueblo de Saja, por ejemplo, era un vergel, como tantos otros. Pero nos superespecializamos en leche. La hierba saltó la pared de las praerias, ocupó las mieses, las llosas, se multiplicaron los agréos. Hoy, fracasado este modelo, el de todos los huevos en un mismo cesto, toca repensar el futuro. Y creo acertado hacerlo, haciendo mía una metáfora de Manuel Rivas, como quien se adentra en la bahía: remando aguas adentro, avanzando, pero con los ojos puestos en la costa que va quedando atrás.
Hay un paisano que se dedica a ir catalogando las especies autóctonas. Cómo suele suceder en estos casos, sin más vinculación que la afición y esos destellos de genialidad individual y con un pedazo de terreno al lado de casa como alojamiento.
ResponderEliminarDe todas maneras, no tengo duda de que la vaca y la pradería tienen que mantener su primacía, lo que falla es el "modelo de negocio" al que han empujado a los de las vaquerías, no el sistema vaca-prau en el que hemos sido los mejores de España, y se podría seguir siendo, y tenemos el mejor entorno posible.
Lo mismo que están también transformando el modelo de negocio en las vaquerías de montana que en pocos anos también se harán inviables (por el mismo sistema de industrialización-inversión-deuda y consecuente esclavización financiera).
Pero bueno, lo mismo es un solo un discurriatu sin más fuste que la neciura del inmovilista.
Pues si nos pudieras poner en contacto te lo agradecería. O dile que eche un ojo al blog porque hay varias entradas que creo le podrían interesar: manzanas de guriezo, manzanas enanas, etc.
ResponderEliminarContacto recibido, ¡gracias!
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